La Unión Europea obtuvo ayer el Premio Princesa de Asturias de la Concordia por la difusión en el mundo de valores como la libertad, los derechos humanos y la solidaridad que proyectan esperanza hacia el futuro en tiempos de incertidumbre y proponen un ejemplo de progreso y de bienestar. Coincidiendo con los 60 años de la firma del Tratado de Roma, el jurado del galardón, presidido por el jefe del Ejecutivo asturiano, Javier Fernández, ha querido destacar que ese proceso ha logrado además el más largo período de paz de la Europa moderna.

«Europa no se hará de una vez ni en una obra de conjunto, sino mediante realizaciones concretas, que creen en primer lugar una solidaridad de hecho», afirmaba en mayo de 1950 Robert Schuman, uno de los padres de la UE, para referirse al sueño de una Europa unida tras uno de los períodos más cruentos de la historia contemporánea. En 1993 la CEE se convirtió en la Unión Europea (UE) y desde 2009 se rige por el conocido como Tratado de Lisboa, que sustituye al intento fallido de crear una constitución europea a comienzos del siglo XXI.

Actualmente cuenta con 28 Estados miembros, a la espera de la anunciada salida del Reino Unido, y más de 500 millones de personas son beneficiarios de una integración europea que constituye una comunidad de valores, asentados en la libertad y la justicia.

Tras conocer la concesión del galardón, que se une al Premio Nobel de la Paz concedido a la UE en 2012, los presidentes del Consejo Europeo, Donald Tusk; el del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, y el de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, han considerado el premio «un reconocimiento excepcional en un año marcado por el 60 aniversario del Tratado de Roma». A estas felicitaciones se unió también la del Comité de las Regiones de la UE.