El sector de empresas de vehículos de alquiler con conductor (VTC), como Uber y Cabify, recibirán próximamente «miles» de licencias para operar, que superarán el ratio de autorizaciones establecido por ley frente al taxi, en virtud de pronunciamientos judiciales. Estas sentencias y autorizaciones son consecuencia de los recursos que las empresas del ramo plantearon en los tribunales cuando se les rechazaron licencias entre los años 2009 y 2013, periodo en el que estuvo vigente una ley que liberalizaba el sector aprobada por el último Gobierno socialista. De hecho, a estas resoluciones judiciales achaca el Gobierno gran parte del crecimiento del negocio de los vehículos con conductor en los últimos años, origen del actual conflicto abierto entre este sector y el del taxi.

Los VTC han logrado ya 3.740 licencias por vía judicial en dicho periodo, a las que se podrían sumar las de los recursos aún pendientes, que se estiman son miles. Así, en la actualidad, este sector cuenta con un total de 5.928 licencias, más del doble (170%) que las 2.188 que le correspondería en virtud de la actual legislación, que establece la concesión de una autorización de VTC por cada 30 que se otorga al taxi, que suma 65.670 autorizaciones.

Este ratio de concesión de licencias estaba ya vigente antes de que, en el 2009, el último Gobierno de José Luis Gobierno Zapatero aprobara una ley que introdujo la liberación del sector, y se recuperó en la que el posterior Gobierno del PP aprobó en el 2015 para evitar la inseguridad jurídica del texto anterior. Desde entonces, tribunales de las distintas comunidades se han venido pronunciando aceptando los recursos y provocando la concesión de las licencias. Según fuentes gubernamentales, en la actualidad aún hay «miles de autorizaciones» para operar pendientes de resolución judicial.