La autoestima es un conjunto de imágenes y percepciones que una persona tiene sobre sí misma. Se conforma a través esquemas que almacenamos y ponemos a prueba, influidos por la educación recibida de nuestros padres o las experiencias vividas. Como todo lo que almacenamos en nuestro cerebro, está sesgado y no siempre se ajusta a la realidad. Es ahí donde hablamos de que la autoestima es alta o baja. Este último caso es donde la persona ve disminuido su bienestar psicológico, apareciendo problemas con el sueño, la alimentación o la depresión. Si bien es cierto que la autoestima parece ser la causa de muchos problemas, no siempre es así. Actúa a su vez de causa y efecto con otras problemáticas y se retroalimenta con ellas.

Lejos de lo que se suele pensar, es algo dinámica y, por lo tanto, sensible a las modificaciones. De la misma forma que una mala época puede hacer que disminuya, también, de forma deliberada, podemos hacer que aumente. Y al estar ligada a nuestras emociones, también aumentará nuestra sensación subjetiva de felicidad.

QUIERÉTE MÁS

La forma que tiene una persona de quererse o de hacer que otros la respeten, desde la asertividad y desde la escucha de las necesidades, viene delimitado por el nivel de autoestima que tenemos. Este rasgo, que va directamente ligado a todos, es variable y se modifica con el paso de los años, no siempre de forma positiva. Sin embargo, todos tenemos la capacidad de mejorarla, independientemente del nivel desde el que partamos.

Las siguientes dinámicas tienen como propósito que, desde el juego, podamos fortalecer nuestra autoestima:

1. Escríbete

Las técnicas narrativas tienen como función que, mediante la escritura, seamos capaces de desentramar nuestras emociones y hacer que se modifiquen positivamente. Una de estas técnicas incluye escribirse una carta a uno mismo. Para poder trabajar la autoestima, debemos escribir dos, una dirigida a nuestro yo pasado y otra a nuestro yo futuro. Mientras que la primera hablará de aprendizaje, de perdón y de dejar atrás, la segundo carta lo hará sobre esperanza, optimismo y metas.

Una vez que las escribas, puedes guardarlas. Sin embargo, respecto a la carta para el futuro, tienes la opción de mandártela por email con la aplicación 'Future Me', seleccionando la fecha en la que quieres que te llegue.

2. Cita semanal

Cuando tenemos baja autoestima, nos cuesta hacer cosas que vayan exclusivamente dirigidas a nosotros mismos y nuestro disfrute. El esfuerzo va orientado a las obligaciones y a las demás personas. Por eso, una de las actividades que más potencian la autoestima es el tiempo a solas con actividades gratificantes. Para ello y para que no existan excusas, se debe bloquear en la agenda al menos dos horas semanales para estar con nosotros mismos. Debe enfocarse como algo obligatorio y necesario a lo que no podemos faltar. Estas dos horas pueden ser seguidas o separadas en dos días.

3. El abanico

Lo ideal es realizar esta dinámica en grupo, utilizando lápiz y papel. Cada integrante del grupo cogerá un papel en el que escribirá su nombre en letras grandes. Una vez hecho esto, se lo irá pasando a las demás personas para que escriban algo positivo sobre él o ella. Para que el siguiente no vea lo que ha escrito el anterior, se doblará esa parte. Al terminar, cada persona tendrá su propio folio donde todos los demás habrán escrito mensajes positivos.

Este ejercicio puede ser usado tanto para trabajar la autoestima como para fortalecer los lazos de un grupo, como puede ser una familia o un entorno de trabajo.

La autoestima es una de las áreas más importantes a través de las cuales funciona una persona. Influirá en relaciones, trabajos o consecución de metas. Por eso, debemos potenciarla, haciendo que trabaje a nuestro favor y nos ayude a alcanzar mayores niveles de bienestar.