Casi dos de cada 10 ciudadanos creían que las personas migrantes traen consigo más problemas de delincuencia e inseguridad la última vez que el CIS les preguntó por ello. Santiago Abascal, líder de Vox, llegó a afirmar que la mayoría de los delincuentes son extranjeros. El aumento de la criminalidad en ciudades como Barcelona está agitando un discurso xenófobo que a menudo vincula inmigración y delincuencia, un nexo que desmienten estudios científicos y que tampoco apoyan los datos. En España no existen estadísticas sobre población inmigrante y delincuencia, pero sí es posible conocer la nacionalidad de quienes cometen delitos. Según los últimos datos disponibles, del 2017, los delitos cometidos por extranjeros son un 23,1%; es decir, ni un cuarto de todos los delitos que se cometen en España. Los españoles cometen, pues, tres de cada cuatro. El porcentaje está estabilizado desde hace unos años e incluso presenta una ligera tendencia a la baja desde el 2013, cuando los foráneos eran responsables del 25%.

En cuanto a la población reclusa, la mayoría de quienes habitan las cárceles españolas son del país: solo el 28,1% tiene otra nacionalidad. Y, de nuevo, la tasa se ha reducido en los últimos años.