Las fuertes lluvias que en las últimas horas han caído sobre Luisiana son las credenciales con las que la tormenta tropical Barry se presenta ante el litoral de este estado, donde estaba previsto que tocara tierra durante la madrugada o las primeras horas de hoy ya como huracán, el primero de la temporada en el Atlántico.

El presidente Trump decretó el estado de emergencia -que permite a las agencias federales participar en las tareas de socorro- e instó a los habitantes a seguir las directrices de las autoridades federales y locales. «Estad preparados, sed prudentes y manteneos en un lugar seguro», afirmó.

Las lluvias de los últimos días han inundado ya zonas de Nueva Orleans, ciudad todavía traumatizada por el potente huracán Katrina, del 2005, que destruyó los diques que protegían la urbe y causó la muerte de 1.800 personas y daños superiores a los 110.00 millones de euros. La alcadesa Latoya Cantrell ha llamado a permanecer en los refugios y a acumular provisiones.

Localidades costeras del sur de Nueva Orleans han sido evacuadas. El gobernador de Luisiana ha pedido a los habitantes que utilicen los autobuses puestos a disposición por las autoridades recordando que muchas de las muertes durante estos fenómenos son de gente que viaja en coche y se ven arrastrados por la aguas.

Las autoridades recuerdan que son las inundaciones que provoca un huracán las causantes del 75% de las muertes. Con vientos sostenidos de 85 kilómetros por hora, Barry se movía ayer lentamente hacia al oeste/noroeste a 7 km/h al sur de la costa sur de Luisiana, según los informes más recientes del Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés). Tocará tierra convertido en un huracán de fuerza 1 -hasta 5 mide la escala Saffir-Simpson- con vientos de 120 kilómetros por hora.

Una vez toque tierra se espera un debilitamiento en su rumbo hacia el norte y dejando intensas lluvias. Se anticipan inundaciones en zonas cercanas a la costa debido a la subida del mar, el fuerte oleaje y las intensas lluvias. El NHC alerta de que se pueden formar tornados en áreas del sur de Luisiana y Misisipí. La temporada de huracanes en la cuenca atlántica comenzó oficialmente el 1 de junio, pero antes, el 20 de mayo, ya se formó al sur de Bermuda la tormenta Andrea.