El Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Cataluña (Imlcfc) se ha convertido en el primer centro de España en extraer tejidos de los cadáveres para ser trasplantados y, desde julio pasado, ya concentra el 10% de los donantes anuales en Cataluña. Según explicó ayer la secretaria de Relaciones con la Administración de Justicia, Patrícia Gomà, este proyecto se inició hace dos años con las donaciones de córneas y, tras su éxito se ha impulsado una nueva fase para trasplantar también piel, tejidos óseos, tendones y arterias.

El instituto, el Banco de Sangre y Tejidos, el Sistema de Emergencias Médicas y el Servicio Catalán de Salud han establecido un convenio para que en el Instituto Forense se puedan extraer tejidos para su trasplante. Hasta ahora, las donaciones de tejidos solo se obtenían de los hospitales, donde el perfil medio del donante es un hombre de unos 70 años. La edad es un factor importante en la donaciones ya que, según cada tipo de tejido, hay una máximo fijado teniendo en cuenta el deterioro que puede haber.

Por el contrario, el perfil del donante de tejidos del Instituto Forense es un hombre de 57 años, muerto en accidente o por enfermedad cardíaca, y, al ser más joven que el donante de un hospital, permite que haya un mayor aprovechamiento de sus tejidos, ya que, con tan solo un donante, se pueden beneficiar más de 100 personas. Los tejidos que se extraen pueden ayudar a personas con quemaduras, a través de injertos de piel, a los neonatos que padecen malformaciones cardíacas así como a personas con lesiones graves que requieren tejido óseo. A la presentación del proyecto también acudió Georgina Serrano, una joven de 18 años que desde hacía tres años sufría una dolencia en la rodilla que le impedía hacer actividad física, hasta que después de tres operaciones le fue practicado un trasplante de cartílago y curó.