El 50% de los medicamentos que una farmacia de España pide a su almacén no llegan porque se encuentran desabastecidos. Aun así, el 90% de los fármacos se pueden sustituir por otros idénticos o similares, aunque los pacientes se quejan de que el médico de cabecera tenga que cambiarles el tratamiento. Este es un problema que, si bien existía desde hacía tiempo, se ha agravado en los últimos dos años.

Conocidos productos como el ansiolítico Trankimazin, el antimigrañoso Maxalt y el tratamiento para prevenir trombos Tromalyt son, tanto en Madrid como en Barcelona, los que más problemas de suministro están presentando, según los colegios oficiales de farmacéuticos de ambas ciudades. Los dispensarios de Madrid han notificado problemas de abastecimiento en 159 medicamentos, mientras que Barcelona, en unos 1.507. Calma: esto no significa que no se puedan conseguir estos fármacos en ninguna farmacia, sino que los mismos presentan dificultades de suministro en algunas boticas.

"De estas 1.507 medicinas con trabas, registradas por el Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (Cismed), un total de 1.431 presentan problemas de suministro en solo un 10% de las farmacias. Únicamente 76 medicinas presentan problemas en más de un 10%", explica la responsable del Centro de Información del Medicamento (CIM) del Collegi de Farmacèutics de Barcelona (COFB), Maria Parelló.

LOS PRECIOS A LA BAJA

Los expertos consultados señalan que las causas de este desabastecimiento son "multifactoriales". Por un lado (y, a la vez, la más difícil de solucionar), la globalización ha hecho que la fabricación del principio activo se haya concentrado en el sudeste asiático. Este factor hace que la escasez de fármacos sea un problema mundial, no solo español. Aunque en España, señalan, se da otro factor específico. "Si hay a nivel mundial hay tres fábricas de Ibuprofeno y aumenta la demanda, el precio sube. Y en España los precios de los medicamentos son bajos, por lo que el laboratorio pierde dinero y decide invertir en otros países", señala Manuel Martínez del Peral, vicepresidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM).

De hecho, asegura Martínez del Peral, el Ibuprofeno se encuentra en una situación de "escasez previsible", mientras que el Paracetamol y el antibiótico Amoxicilina también están "en riesgo". "En España los precios se fijan a la baja. Te pongo un ejemplo: desde el 2000 al 2019, el Índice de Precios al Consumo (IPC) ha subido un 40%. Sin embargo, un medicamento como el Omeprazol ha pasado de costar 23,42 euros en el 2000 a costar 2,47ahora", dice Martínez del Peral.

El mismo argumento es esgrimido por Juan Pedro Rísquez, vicepresidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos. "En España, la mayoría de los fármacos que tienen problemas de suministro cuestan menos de 5 euros. Por eso, cuando un fabricante pone el medicamento a disposición del mercado lo hace en países donde le resulta más rentable", cuenta. "Los precios están regulados por el Ministerio de Sanidad y están sometidos a una revisión a la baja para ayudar a la sostenibilidad del sistema". Añade que, pese a todo, en España "no existe un problema de salud pública: "Nueve de cada 10 incidencias son resueltas por los farmacéuticos".

En el Plan de Garantías de Abastacimiento de Medicamentos 2019-2022, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) reconoce que el problema que entraña la escasez de medicamentos lo sufren "en primer lugar los pacientes". "Pero, además, suponen una importante sobrecarga para médicos, farmacéuticos y administraciones sanitarias encargadas de solventarlo con elevados costes asociados directos (sobrecoste de las alternativas) e indirectos (horas dedicadas a resolver los problemas de suministro y seguimiento de los medicamentos sustitutos)", recoge la Aemps en este documento.

UN DESAFÍO MUNDIAL

Estos problemas de suministro no existen solo en España, sino en todo el mundo. De hecho la escasez de medicamentos fue el punto clave de la Asamblea Mundial de la Salud que la Organización Mundial de la Salud (OMS) del año pasado. "Las causas del desabastecimiento son diversas. Además de la concentración de la producción de principio activo en una sola planta, también están las dificultades en la fabricación de medicamentos, la escasez de materia prima o el incremento puntual de la demandan", señalan fuentes del COFB.

Martínez del Peral apunta además a otro "factor puntual" de la actualidad: el 'brexit'. "Inglaterra está almacenando medicamentos para muchos meses porque no sabe qué va a pasar. Este no es un factor estructural ni de política sanitaria, como el de los precios a la baja en España".

OTROS MEDICAMENTOS QUE ESCASEAN

El Adiro (un antiagregante plaquetario que reduce la posibilidad de sufrir trombos) o el Apocard (un antiarrítmico) son otros de los fármacos que, según el COFB, más problemas de suministro están presentando en Barcelona. El Adiro tiene, no obstante, una alternativa sustitutiva: el ácido acetilsalicílico genérico. El Apocard, por la contra, requiere de una nueva prescripción del médico, pues aunque se puede comprar la flecainida (uno de sus componentes) esta no es sustituible del mismo.

También hay problemas con el Dolocatil (un analgésico), el Elontril (antidepresivo), el Loette diario (anticonceptivo), el Tramxilium (tranquilizante) o el Seguril (un diurético y antihipertensivo), entre otros.