El director general de Tráfico, Gregorio Serrano, culpó ayer del colapso de la AP-6 los días 6 y 7 de enero a la «absolutamente incorrecta y desacertada» actuación de la concesionaria, Iberpistas, que tendrá que pagar los costes que supuso para la Administración resolver la situación. Serrano compareció durante casi tres horas en la comisión de Seguridad Vial del Congreso para explicar la gestión de su departamento esos días y precisó que la concesionaria tuvo dos fallos «mortales de necesidad». Uno de ellos fue reabrir la autopista dos horas, entre las siete y las nueve de la noche, y no activar el protocolo de emergencia hasta las 23.00 horas. Otra de las claves que causó el colapso fue que la concesionaria no solicitó que se decretara el nivel rojo de alerta en caso de nevada, que supone circular con cadenas.