Pere Navarro, el impulsor del carnet por puntos en la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, ya avisó nada más tomar posesión, de nuevo, como director general de Tráfico que está en sus planes "hacer balance, actualizar y retocar" el carnet, uno de los instrumentos que se ha demostrado más valioso para reducir las siniestralidad en las carreteras. El motivo: desde el 1 de julio del 2006, cuando entró en funcionamiento, ha habido cambios en los comportamientos de los conductores, especialmente por el uso del móvil al volante. En aquella época, no había Whatsapp y ahora la famosa aplicación está detrás de muchos de los accidentes motivados por la distracción del conductor.

Por eso, Navarro ha adelantado este jueves que se aumentará el número de puntos del carnet que se pierden por el uso del móvil, "para que la gente sea consciente del riesgo". En la actualidad está fijado en tres, mientras que el alcohol puede suponer hasta seis. Se trata de un cambio en el que quiere implicar a las compañías de telefonía, para que desarrollen un 'modo auto' similar al 'modo avión', que impida la utilización de las aplicaciones que más distraen al volante. "Cuando subes a un avión, apagas el móvil y es más peligroso en el coche", ha argumentado en una entrevista en RNE.

Asimismo, el director de Tráfico ha avanzado que estudiará rebajar la velocidad máxima en las carreteras secundarias. "En Francia, desde el 1 de julio, han bajado a 80 kilómetros hora y nosotros tenemos tramos a 100, no hace falta que diga más", ha señalado, para a continuación añadir que disminuir la velocidad en vías secundarias "será uno de los elementos centrales" que tendrá encima de la mesa.

El aumento de las víctimas mortales

En su anterior etapa al frente de la DGT, Navarro logró una disminución del 55% de los siniestros en carretera. Si bien, esta tendencia se ha roto durante el gobierno del PP. Según el balance definitivo de siniestralidad vial del 2017, el año pasado perdieron la vida en las carreteras 1.830 personas, 20 más que en el 2016. El nuevo director de Tráfico ha achacado el aumento del número de muertos al "deterioro de servicios públicos" que provocó la crisis, y ha puesto por ejemplo que ahora hay 1.000 guardias civiles de tráfico menos que cuando él capitaneaba la DGT. Asimismo, ha considerado que la siniestralidad "ha perdido prioridad dentro de la agenda política", bien porque ha habido "otros problemas o por falta de sensibilidad", una situación que él pretende cambiar con su vuelta a la dirección general.

Por último, Navarro ha lamentado las "contradicciones" que, en su opinión, se producen en torno a los vehículos de diésel. "Ahora los mismos que me decían que comprara coches diésel me dicen que contamina mucho. Pediría cierta coherencia", ha senteciado. El director de Tráfico ha recordado que este tipo de vehículos emiten menos CO2 que los de gasolina pero más partículas contaminates para la calidad del aire en las ciudades. El problema, en su opinión, es que los alcaldes han emprendido una cruzada contra el diésel porque "el cambio climático al ayuntamiento le queda muy lejos", en referencia a que el CO2 es uno de los principales desencadenantes del calentamiento global.

En este panorama, ha añadido, "a todos nos gustaría que subieran las ventas del vehículo eléctrico". Pero, ha lamentado, "no llega".