La muerte de un repartidor de la empresa Glovo, atropellado la noche del sábado por un camión de la limpieza de Barcelona, se podría haber evitado según los representantes de los riders. Las condiciones de precariedad en las que se ven obligados a trabajar están detrás de la muerte del compañero fallecido, un joven de 22 años de origen nepalí que utilizaba la cuenta de Glovo de un tercero, según confirmó ayer la compañía en un comunicado, en el que también asegura que asumirá «todos los gastos que hubiera cubierto el seguro privado» con el que cuentan los repartidores de la plataforma.

«No pedimos un seguro de vida sino medidas para ir a la raíz del problema. Queremos que este compañero sea el último que pierda la vida haciendo su trabajo», protestó Dani Gutiérrez, de Riders por Derechos. «Glovo tiene mil trabajadores pero no tiene ni material de seguridad ni formación en riesgos laborales. También pedimos que paguen un mínimo por hora para que los repartidores no tengan que ir al límite para facturar», añadió.

Tras la concentración del domingo en la capital catalana, en la que trabajadores de la empresa quemaron mochilas por «la falta de protección en riesgos laborales y la fragilidad del colectivo ante los accidentes», un centenar de riders se movilizaron ayer al mediodía. Frente a las oficinas centrales de la compañía, los mensajeros quemaron más mochilas y varios neumáticos. También lanzaron huevos, ante la presencia de varias patrullas de Mossos y Guardia Urbana de Barcelona, que solo intervinieron para apagar el fuego.

Badr Eddine, presidente de la Asociación de Riders Autónomos, presente en la concentración, denunció que la empresa no apareciese para dar explicaciones. Las dos oficinas de Glovo en Barcelona, tanto la de la calle de Pujades como la de Pallars, donde reciben a los riders, permanecieron ayer cerradas, presuntamente en solidaridad con el mensajero fallecido. «Lo que no se entiende es que nos digan en un comunicado que se solidarizan con el colectivo pero sigan facturando, porque los gloveros hoy están trabajando», afirmó Eddine, que descarta hacer una huelga porque eso «perjudicaría a mucha gente, principalmente a los clientes».

Por su parte, el cofundador de Glovo Sacha Michaud, lamentó ayer la muerte del rider de esta empresa. Recordó que sus repartidores son «autónomos» y que Glovo tiene un «seguro privado» que cubre accidentes.