La llegada de la tormenta Ofelia a la República Irlanda ha paralizado los servicios públicos en el país y ha provocado tres muertos en accidentes relacionados con los fuertes vientos.

La policía irlandesa (Garda) confirmó la muerte ayer tarde de un hombre en Dundalk (noreste de Irlanda) a causa de un árbol que golpeó su vehículo y de otro en County Tipperary (sur) en un accidente con una motosierra cuando trataba de retirar un árbol caído. Una mujer falleció asimismo en Waterford (sureste), también en un siniestro de circulación relacionado con las rachas de viento de hasta 156 kilómetros por hora que se han registrado en el país.

El Servicio Nacional de Meteorología irlandés (Met Éireann) alertó de que los efectos de Ofelia podrían ser tan devastadores como los que provocó en 1961 el huracán Debbie, que causó 18 muertos en Irlanda.

Cerca de 360.000 hogares y negocios permanecen sin luz en el país tras el paso de la tormenta, que ha arrancado árboles y postes eléctricos tanto en la República de Irlanda como en Irlanda del Norte, la región británica al norte de la isla.

Las escuelas y universidades permanecieron ayer cerradas, mientras que numerosos procedimientos judiciales y citas médicas no urgentes fueron cancelados de antemano en previsión de los efectos de la tormenta.

El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, urgió a los ciudadanos a mantenerse bajo techo hasta que pase la tormenta, m¡entras el Ejército se encuentra en estado de alerta.