El agua acumulada en zonas del sureste de Houston (Texas) por las intensas lluvias de la ahora tormenta tropical Harvey ha alcanzado 1,25 metros, un récord histórico en el estado, informó ayer el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.

El NHC destacó en un boletín que los pluviómetros de Texas indican que «se ha roto el récord de lluvia acumulada por un ciclón tropical en Texas», al alcanzar 1,25 metros en Mary’s Creek, al sureste de Houston, la cuarta ciudad más poblada del país. Se trata de una cantidad superior a los 1,21 metros medidos en la localidad texana de Medina durante el paso de la tormenta tropical Amelia en 1978, precisó el NHC.

Los expertos del NHC alertaron nuevamente sobre las «lluvias torrenciales» que continúan cayendo sobre el sureste de Texas y suroeste de Luisiana, y llamó de nuevo a la población a que «no intente viajar a las zonas afectadas, permanezca en lugar seguro y evite conducir por carreteras inundadas».

Por el momento, las autoridades locales han confirmado en toda Texas la muerte de una decena de personas, siete de ellas en el área de Houston, una de las zonas más pobladas de Estados Unidos con 6,5 millones de personas y donde las lluvias han provocado «catastróficas inundaciones».

La última víctima confirmada de las inundaciones de Harvey es un policía de Houston, de 60 años, que se quedó atrapado en su vehículo en la madrugada del lunes cuanto trataba de llegar al trabajo.

El agua cae con tal fuerza que los embalses de Barker y Addicks, cercanos a Houston, se han desbordado. En rueda de prensa, el jefe de policía de Houston explicó que, hasta ahora, 3.500 personas han sido rescatadas en la ciudad, aunque el desbordamiento de las presas podría incrementar esa cifra.

El presidente de EEUU, Donald Trump, alardeó ayer en Texas de su pronta respuesta a la tormenta Harvey, un fenómeno que ha alcanzado «proporciones épicas» con devastadores inundaciones, una decena de víctimas mortales y miles de personas evacuadas. Con su visita a Texas, el mandatario reivindicó su capacidad de mando al frente de la Casa Blanca y quiso demostrar que el pueblo texano tiene todo el apoyo del Gobierno.

Para mostrar su solidaridad, Trump llegó a subirse a la parte de atrás de un camión, donde agarró un micrófono y dijo a la multitud: «Os queremos, sois especiales, estamos aquí para cuidaros, todo está yendo bien y quiero daros las gracias por salir. Os vamos a tener de vuelta y operando de manera inmediata». «Es histórico, es épico, pero os digo que esto ha pasado en Texas y Texas puede superar cualquier cosa», añadió Trump, quien agitó ante sus seguidores una bandera del estado. Trump hizo su particular intervención en una de las zonas más dañadas por el huracán: Corpus Christi.