El temporal de lluvia, que desde el pasado jueves afecta a buena parte del litoral mediterráneo, empieza a remitir, aunque todavía está cortada una decena de carreteras en Baleares y Comunidad Valenciana y en Andalucía se ha activado la alerta naranja (riesgo importante) en Almería, Granada y Málaga.

A las 6.00 de esta mañana, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) activó el nivel rojo de alerta (riesgo extremo) en Málaga, donde preveía cantidades superiores a los 120 litros por metro cuadrado en doce horas, pero rebajó el aviso a las 14.00 horas.

La Aemet espera que se acumulen hasta 40 litros por metro cuadrado en Almería y Málaga y 30 litros en Granada en una hora, mientras que en Cádiz, Córdoba, Huelva y Sevilla hay aviso amarillo (riesgo) por una precipitación acumulada de entre 15 y 20 litros en una hora.

Hasta las 16:00 horas, las mayores cantidades se habían recogido en Medina Sidonia (Cádiz), con casi 29 litros por metro cuadrado, en la localidad malagueña de Nerja, 26 litros, y en el municipio granadino de Dólar, 23 litros por metro cuadrado.

EL TRÁFICO

La lluvia complica aún la circulación en varias carreteras secundarias de Andalucía, Baleares y Comunidad Valenciana, con cortes en Garrucha (Almería), Oropesa, Torreblanca y Cabanes (Castellón) y en Binissalem, Porto Cristo, Artá y Son Servera (Mallorca), informa la Dirección General de Tráfico (DGT).

Protección Civil ha desactivado poco antes de las 14:00 horas la alerta del plan Inuncat por lluvias al haber mejorado las condiciones meteorológicas en Cataluña, aunque el caudal de ríos y rieras sigue muy elevado.

También la provincia de Teruel recupera poco a poco la normalidad tras las intensas lluvias caídas ayer y las crecidas de los ríos que cortaron algunas carreteras, dejaron aisladas a una treintena de personas y obligaron a rescatar a otras tres que habían quedado atrapadas en sus vehículos.

En Mallorca, el torrente de Sant Miquel soportó ayer la crecida provocada por las intensas lluvias con una aportación de agua que elevó el nivel de agua de la Albufera en unos 40 centímetros, aunque se abrieron las compuertas, según fuentes de los Emergencias.

La Diputación de Castellón ha informado de que los bomberos tuvieron que efectuar hasta 284 servicios durante el intenso temporal de lluvias que ha afectado a la provincia, entre ellos el rescate de 71 personas atrapadas en sus vehículos.

Durante el último episodio de gota fría y a falta de verificar los datos definitivos, la localidad castellonense de Vinaroz registró la mayor acumulación de agua de lluvia en España en una hora, con 159,2 litros por metro cuadrado entre las 18 y las 19 horas de ayer.

Además, la gota fría ha dejado registros históricos en la Comunidad Valenciana, donde, según el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), en sólo cuatro horas se han acumulado 19,6 litros por metro cuadrado en Villalonga y 16,8 en Rótova, ambas en la comarca de La Safor.

LA BORRASCA SE DEBILITA

La Aemet informa en su página web de que la borrasca se debilitará hoy de manera progresiva y la mayor probabilidad de precipitaciones fuertes o muy fuertes y persistentes se situarán en el litoral y el este de Andalucía oriental y en la Región de Murcia, y en menor medida en la Comunidad Valenciana, sur de Cataluña y Extremadura.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha informado de que este sábado hasta las 14.00 horas se han acumulado 5,4 litros por metro cuadrado en Benidorm y 5,1 l/m2 en El Altet, ambos en la provincia de Alicante, mientras que en la de Castellón apenas se había acumulado 3,2 l/m2 en Torreblanca, en contraste con los 159,2 caídos el viernes en una hora en Vinaròs, récord de España de lluvia acumulada en una hora.

A partir de mañana, domingo, es muy probable que la borrasca se sitúe al oeste de Portugal y las precipitaciones, ya menos intensas, afecten principalmente al sureste y suroeste peninsular y oeste del Sistema Central.

Durante este episodio, tendrán lugar precipitaciones y tormentas también en otros puntos de la Península y de Baleares y, aunque no se descarta que localmente puedan ser fuertes, no serán tan persistentes ni darán lugar a avisos importantes.