Después de unos días tórridos en casi toda la península, la entrada este viernes de un frente atlántico por el norte propiciará un fin de semana con lluvias y un gran alivio térmico -entre 6 y 10 grados menos- en amplias zonas del país. El sábado será un días frescos para este julio, con «tintes otoñales más que veraniegos», sobre todo en la mitad norte peninsular, avanzó Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología, quien precisa que el frente dejará tormentas, granizo e incluso rachas fuertes de viento. El descenso de los valores se prevé «muy significativo e incluso extraordinario» en el alto Ebro, entre 8 y 10 grados menos, mientras que en zonas del norte peninsular la bajada oscilará en torno a seis grados y en el resto del interior, entre tres y cuatro grados. La caída brusca de las máximas se empezó a notar desde ayer, lo que motivó la desaparición de los avisos por calor.