Una vecina de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), Juana Escudero, ha conseguido demostrar, tras nueve años de pleitos judiciales, que no es la persona que está enterrada en un cementerio de Málaga, tras certificar un juzgado que en el nicho con su nombre se encuentran en realidad los restos de su hermana Joaquina. Así se refleja en un auto emitido por el juzgado de instrucción número 2 de Málaga, que certifica que la persona enterrada en ese nicho es la hermana de Juana, que falleció el 2 de mayo de 2010, precisamente el mismo año en que ella comenzó a tener problemas para realizar cualquier trámite administrativo, al constar como fallecida en todos los registros oficiales. Desde este año, el tránsito por distintas instancias ha sido constante para esta mujer, según recordó anoche su letrado.