Según Ramón Ledesma, autor del informe y asesor de la compañía, los supuestos de la facultad de repetición establecidos en los años 90 «están caducos», ya que no existían teléfonos móviles.

«Las distracciones se han convertido desde 2006 en el primer factor de accidentalidad, por encima de la velocidad inadecuada, el alcohol, no respetar las prioridades de paso o la conducción temeraria. Es necesario que el conductor se autofiscalice y entienda, por sí mismo, que las conductas infractoras tendrá graves consecuencias personales que le motivarán a comportarse adecuadamente al volante», sostiene el asesor de la consultora en movilidad.

En su cruzada contra el móvil al volante el director general de Tráfico, Pere Navarro, ya había anunciado su intención de aumentar la retirada de puntos del carné de conducir para esta conducta dentro del plan para actualizar y reformar el sistema de puntos que ha cumplido ya 12 años.

También lanzó la idea de que todas la operadoras de móviles generalización la instalación del modo coche en sus terminales, del mismo modo que ahora existe el modo avión.

Uno de los principios básicos de la normativa del seguro obligatorio del automóvil es que «la compañía aseguradora del automóvil debe siempre resarcir y abonar los daños ocasionados a las víctimas derivadas de la utilización del automóvil», apunta la consultora en un comunicado.

«Sin embargo, la normativa de seguros prevé la posibilidad de que, una vez la víctima sea indemnizada, la compañía puede reclamar («repetir») contra el conductor el importe abonado cuando concurran determinadas circunstancias», se añade en la nota de prensa difundida por la fundación.