La Semana Santa de Málaga, una de las más visitadas de España, ha empezado con mal pie. Por vez primera en los últimos 160 años la Hermandad de Nuestro Padre Jesús el Rico no podrá liberar a un preso este Miércoles Santo, un privilegio que se remonta no obstante a la época de Carlos III. La decisión, que ha provocado enorme malestar en la ciudad, se debe a que de los tres candidatos presentados al Consejo de Ministros para su indulto, el único con posibilidades cumplía condena por un delito que podía entenderse como corrupción. El Ejecutivo del PP lo ha denegado para no irritar a la opinión pública con un tema tan sensible, y que según el último CIS se sitúa ya en el segundo lugar de las preocupaciones ciudadanas.

La polémica ha encendido la ciudad justo al inicio de una de sus semanas grandes, con el temor de que los abucheos y protestas enturbiaran el aterrizaje de varios ministros en la ciudad para presidir o disfrutar de los cortejos procesionales, en los que suele verse a los titulares Interior, Defensa o Justicia. Hasta el PSOE anunció que interpelaría al Ejecutivo en el Congreso acerca de lo sucedido con 'el Rico'. El asunto alcanzó tal dimensión en la ciudad que hubo que convocar varias cumbres de urgencia este fin de semana entre el Gobierno, la Audiencia Provincial y la fiscalía, así como la cofradía, para buscar una solución.

ESTAFA A EMPRESA PÚBLICA

El subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, explicó que el problema se originó precisamente en la selección de candidatos. Pese a proceder de Instituciones Penitenciarias, dos de las propuestas presentadas contaban con informes desfavorables del tribunal sentenciador y de la fiscalía, dado que se trataba de delitos contra la salud pública y pertenencia a banda criminal, y además contaban con multas muy elevadas, de hasta 16 millones de euros en uno de los casos. El tercer aspirante era un condenado por estafa a una empresa pública con enriquecimiento, pero aunque contaba con los informes favorables y había devuelto el dinero, era un delito que levantaba ampollas porque podría ser considerado corrupción.

Después de varias propuestas rechazadas por la hermandad, se ha encontrado otro perfil “idóneo” para que, esta vez sí, se conceda la medida de gracia en el primer Consejo de Ministros que aborde algún indulto, según el compromiso adoptado por el responsable de Justicia, Rafael Catalá. Eso sí, la cofradía ya no podrá cumplir este año el ritual de realizar su estación de penitencia con el reo, y aún no se ha decidido cómo llevará a cabo públicamente la centenaria tradición de bendición y liberación.

TRADICIÓN BICENTENARIA

La prerrogativa malagueña se remonta a la época de Carlos III, cuando en 1759, tras una virulenta epidemia de cólera que dejó la ciudad sin hombres de trono -nombre con el que se conoce a quienes portan las imágenes procesionales-, los presos de la cárcel pidieron llevar a Jesús el Rico. Al concluir la procesión, todos regresaron al penal. Desde entonces, y en agradecimiento, el monarca les concedió el privilegio de poder liberar cada Semana Santa a un reo, rito que se ha cumplido de forma ininterrumpida los últimos 160 años.

El trámite, complejo, se inicia al final de cada año, cuando al igual que hacen hermandades de otros puntos de España se solicita formalmente al Gobierno el privilegio de poder liberar a un condenado. Tras esa petición, Instituciones Penitenciarias, a través de los directores de las prisiones y la junta de tratamiento, elabora un listado con los posibles candidatos y lo traslada a la Audiencia Provincial, que consulta con el tribunal sentenciador y la fiscalía. La cofradía es conocedora de todos los trámites, y en su nombre se remite el listado final de elegidos al Consejo de Ministros, sobre quien recae el peso de la elección. Este año se han concedido solo siete de los indultos propuestos en España para Semana Santa, la cifra más baja de la última decáda.