A pesar de la magnitud de la operación, que ha supuesto sustituir en las carreteras convencionales de toda la red nacional secundaria 2.790 señales de 100 Km/h por otras tantas de 90 Km/h , en realidad el impacto en Córdoba es muy limitado. De entrada, este límite de 90 Km/h ya se aplicaba en la red secundaria a aquellas calzadas que no tuvieran un alcén de 1,5 m o más, que en la práctica es la totalidad de la red cordobesa. Las únicas excepciones se daban en tres casos en toda la red de carreteras de titularidad estatal (N-432, N-502, N-420, N-437, N-331 y antigua N-IV), concretamente en dos tramos de la N-IV (la antigua Autovía de Andalucía, a partir de los puntos kilométricos 384.4 y 389.2) y en un tercer tramo de la carretera N-331 (a partir del kilométro 28.9).

No son tramos de alta siniestralidad, ciertamente, pero si la medida sirve para concienciar de las exigencias de mayor prudencia y atención que requiere circular por carretera de la red secundaria, puede darse por buena la medida, sobre todo tras recordar ayer la Subdelegación del Gobierno en Córdoba que el año pasado fallecieron 19 personas en lared cordobesa, 14 de ellas en vías convencionales.