La investigación de un incendio forestal dio con una imagen macabra. Los Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha hallaron esta semana en Toledo el cadáver quemado de un zorro. El animal, de apenas un año, había quedado atrapado en un cepo donde habría estado varios días tratando de liberarse hasta que finalmente falleció durante un incendio.

Según informan los agentes en una nota de prensa, han abierto una investigación para conocer al autor del delito.

El uso de cepos como el que acabó con la vida de este zorro de forma agónica está prohibido. Se trata de una herramienta que se utilizaba para la captura de animales silvestres y que actualmente su venta no está autorizada. "Todavía hay gente que los utiliza y los colocan semienterrados como si se tratase de una mina antipersona, activándose de manera repentina y enérgica por la pisada de cualqueir animal".

La utilización de cepos es un problema de seguridad no solo para los animales, sino también para las personas. Los agentes tratan de erradicarlos con inspecciones periódicas, pero en ocasiones se encuentran imágenes tan dramáticas como la que ha sorprendido a estos trabajadores durante la inspección.

Diferentes asociaciones y oenegés han manifestado su repulsa a estos incidentes que, recalcan, tienen que ver con la caza. Así lo expresa Ecologistas Toledo:

Entre los objetivos de los agentes no solo están los cepos, sino jaulas o otros elementos que busquen acabar con la libertad de animales salvajes.

La Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha, que ha hecho público este suceso, recuerda la necesidad de colaborar para atajar este peligro para especies animales y ciudadanía, por lo que piden llamar al 112 para requerir la presencia de los especialistas si nos encontramos con elementos similares en el campo.

Esta imagen coincide con una denuncia del partido animalista PACMA, que recientemente colgaba en sus redes sociales cómo los zorros se convierten en objeto de caza. En un vídeo publicado en sus redes, manifestaban que los cazadores los persiguen hasta sus madrigueras con un único fin: