Siniestro Total llevan ya muchos años bailando sobre la tumba de aquella movida que ellos mismos contribuyeron a forjar con sus memorables himnos de gloriosa insolencia. Como el grupo salvaje de la película de Sam Peckinpah, el combo gallego liderado por Julián Hernández ha seguido cabalgando mientras a su alrededor el mundo cambiaba y el negocio discográfico se convertía en un páramo poblado por hormigas y escorpiones. El viernes llegan a Luz de Gaspara abrevar un poco, dar refresco a las monturas y, de paso, presentar su último disco, 'El mundo da vueltas'; un vinilo de 10 pulgadas que recoge ocho canciones grabadas en los últimos cinco años y publicadas hasta ahora solo en internet.

¿A quién se le ocurre editar hoy en día un disco de vinilo de 10 pulgadas? Pues a nosotros, ya ves. Lo hemos hecho fundamentalmente por el objeto. Las canciones las habíamos ido sacando en la red. En ese sentido, internet es genial: grabas la canción y la pones ahí. "En horas 24, pasan de las musas al teatro", que decía Lope de Vega. Y cuando tuvimos ocho canciones, dijimos: "Hombre, pues esto ya nos da para un 10 pulgadas". Que era algo que nos hacía ilusión, porque, a nuestra edad, menos por el cilindro de cera hemos pasado prácticamente por todos los formatos, pero no teníamos ningún disco de 10 pulgadas, con lo bonitos que son.

También es una manera de dejar claro que el grupo funciona al margen de las convenciones de la industria discográfica. Celebro que lo entiendas así. Los caminos de Siniestro Total y las multinacionales se cruzaron durante un tiempo. Ahora están separados y me atrevo a pronosticar que ya nunca se volverán a cruzar. El futuro del grupo es muy impredecible, pero lo que es seguro es que ahí no habrá discográficas grandes ni lanzamientos delirantes. Y la verdad es que tampoco lo echaremos de menos.

Al grabar las canciones de forma independiente, como si fueran 'singles', el resultado final suena más pop que los discos anteriores. Cada canción sale de un sitio diferente, y pensábamos que al juntarlas iba a quedar un popurrí insoportable. Pero, de alguna manera, la cosa funciona. Es muy posible que al pensar cada canción por separado y no como parte de un todo, salgan de otra manera. Más pop, sí.

'Chico de ayer', por ejemplo, es lo más próximo a la 'new wave' que Siniestro Total ha grabado en muchos años.Totalmente. A nosotros nos suena a los primeros discos de Joe Jackson.

Y está llena de referencias a Nacha Pop y Los Secretos. Aunque la letra empieza diciendo "puta, hijo de puta"...[Risas] Te explico la historia, que es más simple de lo que parece. La música es de [Javier] Soto, y cuando la estábamos montando y yo tenía que meter la letra, no se me ocurría nada que encajara. Un par de días antes de entrar a grabar, iba conduciendo de A Coruña a Vigo y me dije a mí mismo: "¿Cómo puede ser que no se te ocurra nada? Tonto, pareces tonto". Y resulta que esa frase, "tonto, pareces tonto", encajaba perfectamente. De "tonto, pareces tonto" a "puta, hijo de puta" solo hay un paso [risas], así que hice una letra que consistía en insultarme a mí mismo. Y metí las citas a Nacha Pop y Los Secretos para hacerlo todo más insultante.

Siniestro Total y Los Secretos deben de ser los únicos grupos de los primeros días de la movida que nunca han hecho una gira de reunión porque nunca se han separado. Sí, eso igual ha sido un error. Muchas veces pensamos que quizá deberíamos haberlo dejado un tiempo para volver luego en loor de multitudes. Esas giras de reunión se ve que dan dinero. Pero nunca nos dio por ahí. Será que somos demasiado cabezotas.

Más canciones pop. 'El mundo da vueltas' suena a los Equals de Eddy Grant. Claro, esa era la idea.

No es un grupo muy reivindicado por la 'intelligentsia' del rock. Ya. En ocasiones se los asocia a la música chicle, aunque eran un poco anteriores y más rock and roll. Y tenían canciones pop perfectas, muy bien construidas. Nosotros estuvimos un tiempo probando 'Black skinned blue eyed boys', que es una canción que me gusta mucho, y cuando quisimos cambiar algunas cosas de la estructura, no hubo manera, no funcionaba nada. Estaba perfecta como estaba.

En la letra de '¿Casualidad? No lo creo' se vincula la visita de Henry Kissinger a Madrid con la muerte de Carrero Blanco. Supongo que cuando grabaron la canción, en el 2013, ni se les pasó por la cabeza que podían acabar en el trullo por hacer chistes sobre eso. ¡Lo que explicamos en la canción no es un chiste, sino un hecho histórico! Kissinger visitó a Carrero Blanco y Carrero Blanco voló por los aires. Pero, vamos, si Carrero Blanco se convierte en un tabú, ¿de quién vamos a poder hacer chistes? ¿De Viriato? Aquí el problema es la interiorización del miedo a decir cosas, que nosotros mismos nos creamos que hay cosas de las que no nos podemos reír o de las que no podemos hablar. Eso sí que es malo. Sería renunciar a parte de lo que somos. Como cortarnos un brazo o una pierna.

¿Alguna vez les han dicho antes de un concierto "esta canción no la toquéis"? Fíjate, eso no nos había pasado nunca. Y el año pasado, por primera vez en 35 años de grupo, llegamos a un par de sitios y los propios organizadores nos pidieron por favor que no tocáramos determinadas canciones.

¿Por ejemplo? Pues tocamos en Tordesillas, donde lo del Toro de la Vega, en una reunión de moteros. Y vino un tío de la organización y nos dijo: "Mejor si no tocáis la de 'Alégrame el día' [furibundo himno antitaurino], que a lo mejor hiere sensibilidades". No la teníamos en el repertorio, pero, claro, la tocamos por nuestros cojones. Y no pasó absolutamente nada.