Al menos tres personas murieron ayer en Holanda, otras tres en Alemania y una en Bélgica después de que potentes vientos hayan arrancado árboles, sacado camiones de la carretera y obligado a cancelar cientos de vuelos. En Holanda, el aeropuerto de Schiphol (Amsterdam) suspendió brevemente todo el tránsito aéreo tras registrarse ráfagas de viento de hasta 140 kilómetros por hora a lo largo de la costa. Al menos 260 vuelos fueron cancelados y la caída parcial de algunos techos obligó a cerrar las terminales aéreas.

En Alemania, un hombre de 59 años murió por la caída de un árbol en Emmerich, cerca de la frontera holandesa, y un camionero de 68 murió en un accidente relacionado con la tormenta en Lippstadt. En Bad Salzungen, un bombero de 28 años murió cuando un árbol le cayó encima mientras intentaba ayudar a una mujer que había quedado atrapada en su coche por árboles caídos. El operador ferroviario alemán Deustche Bahn señaló que había suspendido casi todos sus servicios de larga distancia a causa del temporal y que se esperaban nuevas interrupciones el viernes.

El temporal David, con vientos de hasta 100 kilómetros por hora a su paso ayer por el norte de Bélgica, causó un muerto y diversas cancelaciones en el transporte ferroviario y las líneas de autobús y tranvía, aunque no afectó al tráfico aéreo.