Siete escuelas de Chiclana (Cádiz) han incorporado en su horario lectivo un programa piloto para combatir el acoso escolar a partir del conocimiento y la práctica de danzas propias de diferentes culturas, en una experiencia diseñada por diversos coreógrafos y que se quiere extender al resto de España.

El programa, que se imparte en cinco escuelas de primaria y dos de secundaria de la localidad gaditana, se basa en la disciplina Shaka-Dance, que trabaja ritmos procedentes de Jamaica, África, hip-hop y latinos, ha explicado a Efe Samira Talha, coreógrafa y bailarina navarra, creadora del programa.

En la elaboración de este sistema, diseñado por Talha junto a la coreógrafa aragonesa Bárbara S. Guerrero, han colaborado educadores y coreógrafos de Cataluña, Andalucía, País Vasco y Suiza, «que han aportado la visión de un sistema que se basa en los aspectos relacionales, artísticos y culturales», ha puntualizado Guerrero.

Samira Talha define la danza como «la expresión de cada cultura a través del cuerpo» y concreta que «a partir del baile mostramos a los alumnos las características intrínsecas a cada cultura, que subyacen en el sustrato antropológico de los bailes que le son propios».

El objetivo del programa es «fomentar la aceptación, integración y amor por lo que es diferente entre los alumnos» y, para llegar a ello, «acercamos a los chicos a las diferentes expresiones de danza y trabajamos la expresión corporal de manera individual y grupal», ha detallado la creadora del programa.

Guerrero añade que, además y de manera intrínseca, a partir de la danza se trabaja la expresión corporal y se desarrollan habilidades lógico-matemáticas, lingüísticas, de sensibilidad musical, memorística, de coordinación y ubicación espacio-temporal.

El programa arranca en Cádiz, pero el objetivo de sus promotores es «extenderlo a todas las escuelas españolas que esté interesadas».