El sentido vital es un aspecto central en la vida de las personas. Se relaciona de forma directa con el bienestar percibido y gira en torno a saber el motivo de estar en el mundo o encontrar aquellos elementos que nos dan sentido. Es una pregunta que ha acompañado al ser humano desde sus orígenes, relacionado con la filosofía o la religión pero que actualmente puede desligarse y ser aplicado a la vida de cualquier persona.

Actualmente, es desde la Psicología Positiva desde donde más se trabaja el sentido de la vida. No es una concepción espiritual, sino práctica y diario y se centra en integrar los tres aspectos temporales de la vida, el presente junto al pasado y el futuro. De este modo, la persona puede hallar significado y orientarse hacia él. Se integran los valores y las fortalezas con las metas personales, alcanzando un mayor bienestar.

PERSPECTIVA PRÁCTICA

La ciencia tomó una concepción espiritual y religiosa, como es el sentido vital, para otorgarle significado en la vida práctica. Puede verse desligado de las creencias en el más allá o las grandes misiones destinadas a unos pocos. Es un sentido para cada persona, independientemente de su trayecto de vida.

Según Michael Steger, el sentido de la vida puede entenderse como el momento en el que comprendemos o vemos el significado que lo que hacemos tiene, relacionado con un propósito o un objetivo sobre el que giraría nuestra vida. Se incluye, por tanto, el propio propósito y la comprensión del mismo.

VIDA Y FELICIDAD

Encontrar y entender nuestro propósito se relaciona de forma directa con el nivel de felicidad percibido. Los estudios recientes, como los realizados por Hicks y King (2009) o los de Steger, Frazier, Oishi y Kales (2006), lo han ido demostrando. Se encuentran relacionados puntos concretos del bienestar, como la satisfacción o el disfrute en el trabajo, con el sentido de la vida. De hecho, la relación hallada no solo es positiva. Cuando no se tiene un propósito también se ve que hay mayor ansiedad, síntomas depresivos o un abuso de sustancias. Nos afecta tanto en la evaluación global que hacemos como en el día a día. Sentirnos bien depende de entender qué estamos haciendo en este mundo.

Fijándonos en los estudios realizados y sus conclusiones, existen cuatro puntos diferentes que podemos trabajar, no solo para encontrar el sentido vital, sino para dotarlo de fuerza y valor. Las siguientes claves sumarán en el bienestar:

1. Valía

En este punto asentamos la base de la vida de cualquier persona, la autoestima. Vernos capaces y válidos es el pilar fundamental para que podamos construir todo lo demás. Querernos a nosotros mismos, que nos quieran los demás o establecer los límites del respeto mutuo es esencial para que podamos también encontrar el valor.

2. Eficacia

Cuando nos proponemos ser eficaces en algo, nos damos cuenta de que hay aspectos donde nos resulta muy fácil y en otros es casi imposible. Esto es debido a nuestros valores y nuestras fortalezas personales. Partes donde somos realmente válidos porque nos gustan y se nos dan bien. Es sobre esos aspectos donde debemos construir nuestra vida, tanto personal como profesional. Pero antes hay que descubrirlos.

3. Valor

¿Qué tiene valor para nosotros? ¿Qué es importante? Estos elementos son el eje central de cada uno. Para algunos es crucial tener una vida profesional apasionante y viajar por todo el mundo mientras que otros disfrutan construyendo una vida sencilla y familiar. Cada persona es un mundo y es nuestra misión entender nuestro propio mundo.

4. Propósito

Una vez que los tres bloques anteriores se consolidan, podemos dar un sentido global a nuestra existencia. Somos nosotros mismos los que entendemos nuestros valores, nuestras fortalezas y vemos dónde somos más eficaces. Es ahí donde encontraremos lo que nos hace crecer.

El sentido de la vida se relaciona de forma clara con cómo evaluamos el conjunto de los años y la rutina diaria. Integra aspectos temporales y de valía personal y nos da una idea clara de lo que buscamos en la vida. Entenderlo nos dirá, igual que hace una brújula, qué camino es el más adecuado para nosotros en la búsqueda de la felicidad.

* Ángel Rull, psicólogo.