El plan del Gobierno para la protección de la salud frente a las pseudoterapias está precedido por dos páginas de documentación. En la primera, se recalca que la medicina convencional está valorada por los españoles con un 7,25 sobre 10. En la segunda, se recuerda que el recurso a las pseudoterapias no es residual y se destaca que casi el 60% de la población cree que la acupuntura funciona y que el 53% considera que los productos homeopáticos son efectivos. Acupuntura y homeopatía están incluidas, de hecho, en el listado de unas cien pseudoterapias que maneja el Gobierno y que será revisado antes de aprobar definitivamente el plan. Sin embargo, la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, parece haber cambiado de criterio porque este lunes explicó en Madrid que sería osado y contradictorio por su parte incluir tanto la homeopatía como la acupuntura en el listado definitivo de pseudoterapias antes de haber realizado un análisis riguroso, informa la agencia Efe.

"Si aportan las evidencias de acuerdo con el método científico no serán pseudoterapias sino terapias", subrayó Carcedo antes de reunirse con miembros de la Organización Médica Colegial (OMS), en una ronda de contactos que incluirá todos los colegios profesionales.

Respecto a la homeopatía (practicada en muchos casos por médicos), el Gobierno ya anunció una regulación concreta. Cuando sea una realidad, habrá productos que se vendan sin indicación terapéutica. Los que aspiran a ser etiquetados como terapéuticos tendrán que demostrar su efectividad.

Práctica controvertida

La acupuntura -defendida también por muchos médicos de bata blanca- es una práctica controvertida. De hecho, en el listado inicial de pseudoterapias que maneja el Gobierno está catalogada bajo el epígrafe cierta base de evidencia. Muchos médicos defienden que insertar agujas por el cuerpo mejora la salud en determinados problemas físicos. En 2003, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio un respaldo importante a esta práctica al emitir un informe favorable en el que se decía que sus efectos se habían demostrado en 90 afecciones. Más tarde, se comprobó los errores que la OMS había cometido en la elaboración de dicho estudio. A día de hoy hay ensayos clínicos que respaldan la eficacia para algunos tipos de dolor y náuseas. Pero también hay otros ensayos que contradicen esta versión. Los autores de Truco o tratamiento? -riguroso manual científico sobre las terapias y las pseudoterapias- concluyen que un tratamiento que depende tanto del efecto placebo es esencialmente un tratamiento falso.

Muchos doctores, sin embargo, defienden el uso de la acupuntura, realizada, eso sí, por médicos especializados. Se trata de especialistas que aseguran que la acupuntura que ellos practican no tiene nada que ver con la acupuntura clásica china.