Ha sido una victoria sin paliativos del movimiento de protesta que su detención, la pasada semana, generó entre el estamento periodistico y la ciudadanía. El Ministerio del Interior ha anunciado la inminente liberación del periodista de investigación Iván Golúnov, en arresto domiciliario desde el pasado sábado, en un caso que su entorno calificaba de "fabricado", además de la suspensión de los agentes relacionados con su caso mientras se lleva a cabo una investigación interna. Todas las acusaciones contra el reportero han sido retiradas por falta de pruebas, según ha anunciado el propio ministro, Vladímir Kolokóltsev.

"Creo firmemente que los derechos de todos los ciudadanos deben ser respetados", ha asegurado Kolokóltsev, quien ha dado a entender que solicitaría al presidente Vladímir Putin la destitución de cargos situados en posiciones jerárquicas más importantes. La detención de Golúnov suscitó un inusitado movimiento de protesta, con cientos de ciudadanos turnándose ante las sedes del ministerio con pancartas que exigían su liberación. Paralelamente, la prensa independiente e incluso numerosos profesionales que trabajan en los medios proguberamentales criticaban lo que consideraban una detención arbitraria de su colega.