La casa del asesino confeso de Laura Luelmo, Bernardo Montoya, apareció abierta este pasado día 1 de enero después de que alguien rompiera el precinto o brida fijado para evitar que nadie accediese, según han confirmado fuentes policiales. La Guardia Civil investiga ya lo ocurrido después de que los vecinos dieran la voz de alarma y ha vuelto a precintar la vivienda con cadenas y candados.

Montoya se encuentra encarcelado desde el pasado 21 de diciembre por asesinato, agresión sexual y detención ilegal de Laura Luelmo, la joven maestra zamorana de 26 años que se desplazó hacia El Campillo (Huelva) para realizar una sustitución en un instituto de la zona. Su cadáver fue hallado el día 17 en las inmediaciones de una acequia con un fuerte golpe en la cabeza y medio desnuda. El detenido acumula un largo historial de condenas por asesinato y robo.