Francisco Polonio, hijo de una de las ancianas presuntamente maltratadas en la residencia de Los Nogales de Hortaleza, en Madrid, ha dicho que la directora del centro le negaba los hechos y llegó a comentarle que los azotes que su madre recibió por parte de un trabajador eran «una manera de dar cariño». La Fiscalía ha presentado una denuncia contra tres trabajadores de esta residencia por malos tratos físicos y psicológicos a los que supuestamente sometieron a dos ancianas que tenían a su cargo. Francisco Polonio, abogado e hijo de una de las ancianas, ya fallecida, fue quien denunció los hechos el pasado 4 de diciembre ante la Fiscalía.

Aportó junto a su escrito tres vídeos grabados en el interior de la habitación y ocho fotografías de lesiones que presuntamente habían sido infligidas por el personal de la residencia.

En declaraciones a Efe, explicó que ingresó a su madre en esta residencia en el 2015 y poco después empezó a detectar «frecuentemente» en la anciana «hematomas en los brazos e hinchazones en tobillos y rodillas». «Empiezo a hacer escritos de queja igual que otros familiares a la residencia. Me contesta la directora diciendo que todo funciona perfectamente, que ellos no tratan mal a los ancianos y que el comportamiento es muy bueno y están muy bien cuidados», dice.

Además de hacer varias fotografías, en el 2016 decidió dejar un teléfono móvil grabando en la habitación de su madre con el que obtuvo tres vídeos durante tres días consecutivos. «Aparece un auxiliar que todos los días hace lo mismo: le da unos siete azotes a mi madre al acostarla», cuenta.

Tras denunciar los hechos aportando como prueba los vídeos, un juzgado de guardia archivó el caso al considerar que no había delito, según el denunciante, que llegó a mostrar las imágenes grabadas a la directora de la residencia. «Me dijo que era una manera de dar cariño», relata. El hijo de la anciana siguió presentando escritos de queja ya que su madre «seguía con hematomas» y en el 2018 volvió a grabar otros tres vídeos en la habitación, que son los que aportó en la denuncia ante la Fiscalía. Estos vídeos, en los que aparecen tres trabajadores y dos ancianas, recogen escenas en las que los empleados dan bofetadas a una residente, le pellizcan el pecho a la otra y llegan a restregarla un pañal en la cara. «La directora de la residencia encubría y tapaba todo, decía que los trataban perfectamente», sostuvo el denunciante.