El pasado 4 de diciembre, Renfe envió un comunicado a los medios: “Al inicio del servicio de hoy, Renfe ha puesto en circulación un tren sin grafitear. En el momento de escribir esta nota todavía no había sido pintado. Si alguien lo ve no se trata de un espejismo”. Tiraba así de ironía para denunicar el creciente número de convoyes víctimas del arte urbano y cifrar el monto que cuesta a la empresa tanto su limoieza como los invinvenientes que suponen. Este miércoles, vuelve a recurrir al cachondeo para recordar un agravio que principalmente ocurre en Catalunya, con el 45% de incidencias de este tipo. En otra nota, Renfe anuncia que ha finalizado el 'concurso de grafitis del 2018', con una "alta participación". En esta edición, explica el comunicado, "se han presentado 4.825 obras que han utilizado una superfície del 128.335 m2 (equivalente a la superficie de cinco campos de fútbol).

"Finalmente y después de varias reuniones, que se han prolongado hasta altas horas de la madrigada, el ganador ha sido ‘Vinilius’ (@vinilius2019). Se trata de un perfil creado en Twitter para concienciar del daño que ocasionan los actos vandálicos y grafitis en Rodalies.

MÁS DE 2000 DENUNCIAS

En la nota, Renfe recuerda que gastó más de 10 millones de euros en limpiar grafitis realizados en trenes de Rodalies durante el 2018, más otros cinco millones en reparar actos vandálicos en el interior de trenes y estaciones. Durante este año se han presentado más de 2.000 denuncias por este motivo, más de cinco diarias de media, y los grafitis han obligado a alterar los recorridos de trenes para organizar la retirada de los convoyes pintados para ser limpiados.