Puerto Rico avanza para convertirse en centro regional para el tratamiento de enfermedades con marihuana medicinal, que se prevé que en los próximos años sea usada por miles de pacientes de la isla y el Caribe.

Aunque desde hace meses estaba en vigor una orden ejecutiva para el uso de la marihuana con fines medicinales, la pasada semana fue presentado en el Senado un proyecto de ley para el cannabis con fines terapéuticos que pretende mejorar las condiciones que establecía el mandato.

El Ejecutivo, con graves problemas para pagar una deuda pública de 70.000 millones dólares, busca ingresos y ha visto en este sector una fuente de recaudación vías permisos, impuestos y turismo médico, aprovechando el rol de Puerto Rico de tradicional centro de tratamiento sanitario en la región.

El uso de la marihuana con fines medicinales es una realidad en Puerto Rico desde el 30 de diciembre, fecha en la que el sector arrancó gracias al reglamento para el uso, posesión, cultivo, manufactura, fabricación, dispensación, distribución e investigación del cannabis medicinal. Ya hay unos mil pacientes con tarjetas expedidas que permiten la adquisición de la marihuana en dispensarios.