Una psicóloga del Centro de Atención Integral a Mujeres Víctimas de Violencia Sexual (Cimascam) rechazó ayer la versión que sostuvieron el martes los tres acusados de una supuesta violación en grupo a una chica de 18 años en Collado Villalba en el 2015, según la cual lo que sucedió fue a propuesta de la joven.

La profesional del Cimascam, centro que atiende a víctimas de violencia sexual que han pasado una fase de valoración para determinar su estado, aseguró que la chica, a la que atendió, sufrió un cuadro de estrés postraumático derivado de la agresión sexual que denunció, y necesitó más de quince sesiones terapéuticas para obtener el alta médica.

Así lo corroboran los informes psicológicos que se han presentado en la segunda sesión del juicio celebrado en la Audiencia de Madrid contra Ricardo A.M, Miguel Ángel C.O y Martín A.F, en la que también declaró la víctima de la supuesta agresión, pero a puerta cerrada y solamente delante del Tribunal. Los psicólogos, que declararon como peritos, se mostraron de acuerdo en descartar tanto la simulación de los síntomas de ansiedad y estrés como la posible obtención de unas «ganancias secundarias» por parte de la joven. No obstante, se presentó también un contrainforme pedido por la defensa de los acusados en el que se señala que los hechos fueron denunciados cuatro meses después de que supuestamente sucedieran, lo que podría haber provocado una distorsión en el recuerdo de la víctima y podría haber «sesgado» el diagnóstico. Ayer declaró también en calidad de testigo el primo hermano de Ricardo A.M y amigo de los otros dos acusados, uno de ellos guardia civil y el otro militar.

El testigo corroboró la versión que sostuvieron sus amigos en la sesión del juicio del martes, según la cual la chica «llevó la iniciativa» de lo que sucedió, aunque primero aseguró que no habló con ella la noche de los hechos pero tras confundirse y recibir una llamada de atención de la presidenta de la sala, ha reconocido que sí la llamó. Además, admitió que mantenía conversaciones con los acusados a través de un grupo de whatsapp que «se deshizo» antes del juicio.