Stefan Thomas es un programador informático residente en San Francisco que posee 7.002 Bitcoin valorados en 220 millones de dólares. El problema es que no los puede recuperar porque ha olvidado la contraseña de acceso a su cartera virtual. Tenía 10 intentos, ha agotado ocho y ya solo le quedan dos oportunidades más para adivinarla y poder acceder a su millonaria cuenta.

La contraseña es lo que le permitirá acceder a un pequeño disco duro, conocido como IronKey, que contiene las claves privadas de una cartera digital que contiene sus 7.002 Bitcoin. El valor de esta criptomoneda fluctúa constantemente. El pasado día 2 de enero superó su máximo histórico llegando a 31.282 dólares (25.779 euros) pero este lunes su precio cayó bruscamente, aunque se mantiene a más del 50% de su valor de hace un mes.

Recuperar la contraseña: su mayor preocupación

Según ha explicado el programador en una entrevista que ha concedido a The New York Times, el problema es que hace años perdió el papel donde tenía escrita su contraseña de IronKey. El sistema ofrece 10 oportunidades antes de bloquearse y encriptar su contenido para siempre. Thomas ha gastado ocho de esos intentos: ha empleado sus fórmulas de contraseña más frecuentes, sin éxito alguno, y confiesa que está desesperado. "No quiero que me recuerden cada día que lo que tengo ahora es una fracción de lo que podría tener y que he perdido", manifiesta en la entrevista.

Perder un valor de 220 millones de dólares

Pese a que la pandemia del covid-19 ha supuesto una debacle para la economía mundial, Bitcoin se ha consolidado como una opción de inversión que ha hecho muy ricos a muchos de sus poseedores en poco tiempo.

Thomas adquirió sus Bitcoin en el 2011. Entonces, su saldo apenas tenía un valor de 5.000 euros. Pero, tras la popularización de esta moneda virtual, 10 años después, sus bitcoin valen un 44.000% más. Así sus 7.002 Bitcoin tienen un valor de 220 millones de dólares, aproximadamente. Esto supone más de 180 millones de euros. Todo a punto de perderse por no recordar una clave de acceso.

¿Por qué tanta seguridad?

La naturaleza digital de esta moneda necesita que esté rodeada de un complejo sistema de seguridad para evitar robos o estafas y, al final, todo depende de la capacidad para recordar o no la contraseña que da acceso a tu cuenta.

La estructura que sustenta Bitcoin está totalmente deslocalizada. Se compone de una red de ordenadores con ciertos programas instalados que funcionan constantemente. Estos, a su vez, crean direcciones y claves únicas y privadas con las cuales no solo se accede al saldo de la cuenta, sino que son necesarias para realizar compras o transferencias. La tecnología es, en este caso, la encargada de proteger las transacciones y fondos .

La situación por la que pasa Thomas es impensable en un un banco tradicional, porque siempre es posible obtener una nueva contraseña si te has olvidado de la anterior. Pero Bitcoin no cuenta con ninguna empresa que almacene contraseñas ni pueda proporcionar una nueva. El 'software' se basa en un complejo algoritmo que crea una dirección y la clave privada asociada solo la conoce la persona que creó la cartera. Por tanto, si se olvida la contraseña, como en el caso de Thomas, se pierde todo. El sistema no es capaz de discernir si es la persona o un intruso quien intenta acceder, a causa del anonimato con el que protege a los inversores.