A los promotores de la campaña para endurecer el castigo penal a los causantes de atropellos a ciclistas se les acaba la paciencia. En septiembre del 2017 todos los grupos parlamentarios respaldaron su propuesta avalada por más de 200.000 firmas pero casi un año después ésta sigue a debate en la Comisión de Justicia del Congreso. “La realidad es que cada vez hay más atropellos y se nos acaba la legislatura. Necesitamos que la reforma se apruebe rápido”, ha proclamado Anna González, la viuda de un ciclista que encabeza la plataforma #porunaleyjusta, tras entrevistarse con la ministra de Justicia, Dolores Delgado.

Durante la reunión, a la que ha asistido también el exciclista Alberto Contador, la plataforma le ha pedido a la ministra que dé un empujón a la reforma y ésta les ha mostrado su apoyo aunque les ha advertido que todo está manos de un Parlamento donde su grupo solo cuenta con 84 diputados.

Sin prisa

“Nos ha dicho que la reforma tiene que hacerse bien pero nadie habla de ir rápido. Nosotros no creemos que sea incompatible hacerlo bien y rápido”, ha advertido González.

Ni la ministra ni nadie de su departamento han comparecido ante los medios. Sólo a través de una posterior nota de prensa, se ha informado que Delgado ha “transmitido” a sus interlocutores “su disposición a estudiar su propuesta y a trabajar para mejorar la respuesta penal ante este tipo de conductas delictivas”.

Más esperanzadora ha sido la intervención del diputado socialista de la comisión de Justicia, Pablo Bellido. Éste ha atribuido el bloqueo de la tramitación a la existencia de discrepancias entre los redactados propuestos por los diferentes grupos políticos. “Esperemos que pronto lo tengamos aprobado por consenso en la línea de lo que solicita la campaña”, ha deseado, antes de recordar que Pedro Sánchez les “ha instado a hacer el máximo posible” para que así sea.

Nuevo delito

Uno de los dos pilares de la reforma es la creación de un nuevo delito que penalice la fuga tras un atropello. En el Código Penal vigente solo existe la figura de la omisión de socorro pero no se aplica cuando el atropellado ha fallecido. Los jueces consideran que el socorro no tiene sentido en este caso.

Esta laguna legal crea situaciones tan paradójicas como la señalada por Francisco Parres, el abogado de Anna González: “Si a mi me viene un cliente que ha atropellado a alguien y estaba bebido yo tengo que recomendarle que se vaya del lugar de los hechos. Que se presente al día siguiente cuando ya no puedan detectarle el alcohol. Será mucho más ventajoso para él”, ha denunciado.

El otro punto clave de la reforma es que vayan siempre por la jurisdicción penal los accidentes mortales o con resultado de lesiones cuando haya existido una imprudencia, ya sea grave o leve por parte del conductor. Se trata de poner fin a la impunidad de la que gozan los culpables de los siniestros desde que la reforma del Código Penal del PP eliminó las faltas.

”Estamos viendo casos de atropello por parte de conductores que cuadruplicaban la tasa de alcohol y a los cuatro días ya están en la calle”, ha denunciado Alberto Contador, que se ha mostrado esperanzado en que la reforma llegue a buen puerto y no por la buenas palabras de la ministra sino porque es un “problema social”, que afecta a 7 u 8 millones de pesonas que usan la biclicleta como medio de transporte, para pasear o hacer deporte.