Durante el fin de semana pasado se produjo un hecho inusual en la costa gaditana: una vaca y su ternero se internaron en playa de Bolonia, en Tarifa. Con el objetivo de huir del calor, los dos animales se cobijaron en una sombrilla vacía.

Los turistas, asombrados, empezaron a fotografiar a la familia bóvida, que permanecía tranquila reposando en la sombra. "Estaban ahí tumbaditas la madre y la hija. Tan tranquilitas", comentó una bañista.

Los ganaderos locales no se sorprenden, ya que antiguamente el ganado campaba a sus anchas por esta zona. "Esto es una cosa completamente normal. Ellas buscan la frescura", explicó uno de los granjeros de la zona.