El fuerte temporal que sacude el área del Estrecho de Gibraltar este viernes ha provocado una escena insólita en las costas de Málaga, al dejar encallada en una playa de Benalmádena una gabarra de enormes dimensiones. Se trata de una superestructura que se utiliza para fabricar bloques de cemento para obras marítimas, de 43 metros de eslora y 20 de altura, que estaba siendo remolcada con destino a Cádiz. La gabarra ha quedado varada a media milla de la costa en una zona de dos metros de profundidad, aunque Salvamento Marítimo ha explicado que no se han producido daños ni existe riesgo alguno para la población.

Desde Salvamento Marítimo han explicado que la gabarra Agronauta es propiedad de la empresa constructora Ferrovial, viajaba sin tripulación y conteniendo 150 litros de combustible para su propio consumo. Había zarpado desde Cartagena transportada por el remolcador portugués Monte da luz. A media mañana, los responsables del mismo alertaron de que necesitaban asistencia debido a que el fuerte temporal les estaba arrastrando hacia la costa y no tenía fuerza para enfrentarlo. En esos momentos, se registraban vientos de levante de fuerza 6 a 7 y olas de entre tres y cuatro metros de altura.

El centro de Salvamento Marítimo de Tarifa se puso manos a la obra para coordinar el dispositivo de asistencia, y durante varias horas tanto un remolcador del Puerto de Málaga como una lancha de Salvamento Marítimo intentaron hacer firme el remolque de emergencia de la gabarra.

Sin embargo, la línea de remolque había quedado enganchada en la propia plataforma, por lo que los intentos fueron baldíos y pasadas las 14 horas de la tarde, la estructura quedó a la deriva. Poco después, arrastrada por la corriente, la plataforma encalló en unas rocas cercanas a la playa de Torrequebrada y frente a un hotel, ante el desconcierto de decenas de vecinos y turistas que alertaron de la presencia de la estructura navegando sin control. La estampa de la mega estructura varada ha dejado además varios kilómetros de retención en la zona ante el alud de conductores que circulaban a esa hora y aprovecharon para curiosear lo ocurrido e incluso hacerse selfis.