Unos 80 incendios forestales queman desde este sábado Galicia mientras la Xunta apunta a "clara intencionalidad" de la actividad incendiaria, con riesgo para la población en Pazos de Borbén (Pontevedra) donde las llamas afectan a 1.500 hectáreas, en una jornada en que arden más de 4.000 hectáreas.

La Consellería del Medio Rural explica que Galicia "sufre en las últimas horas una elevada actividad incendiaria, con clara intencionalidad y virulencia", con ochenta fuegos desde ayer [por el sábado] y otros focos en Portugal, cerca de la frontera, lo que obliga a multiplicar los esfuerzos.

La 'conselleira' de Medio Rural de la Xunta, Ángeles Vázquez, ha afirmado que solo en el incendio de Pazos de Borbén hay cuatro focos diferentes, consecutivos, pegados a la carretera y supuestamente intencionados" en una noche en que "la previsión era de viento fuerte, había temperaturas altas y humedad relativa muy baja". El fuego, que se originó en Ponteareas afecta también a los municipios limítrofes de Redondela y Soutomaior, y ha obligado a evacuar la parroquia de Padróns.

Por eso, la conselleira del Medio Rural ha hecho una "llamada a la reflexión" ante una situación que no ocurre "porque sí" y que no es "fruto de la casualidad", al considerar que está provocada. "Primero fueron los parques naturales y ahora fue Pontevedra en cuatro focos importantes que abarcan cuatro municipios", ha concluido.

Cercanía con los de Portugal

Las labores de extinción se complican también debido a que "el viento cambia continuamente", por lo que Vázquez no se atreve a pronosticar cuánto tiempo continuarán las llamas. Un elemento que está dificultando las tareas de extinción es la proximidad de fuegos procedentes de Portugal, con una gran virulencia, que obligan a los medios de Galicia a intervenir para frenar su avance en territorio gallego.

Este domingo trabajan contra los incendios unas 350 brigadas, 220 motobombas, cuarenta palas y una veintena de medios aéreos además de 160 miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME), apoyados por dieciocho motobombas y seis nodrizas, mientras esperan cien refuerzos.

Núcleos habitados

Las llamas se han acercado a núcleos habitados en Boiro (A Coruña), Montederramo (Ourense) y Cervantes (Lugo). En las últimas horas han quedado extinguidos los fuegos de San Cristovo de Cea (Ourense), donde se quemaron cuarenta hectáreas; Cualedro, en la parroquia de Montes; Vilariño de Conso y Folgoso de Courel (Lugo).

Son 354,02 las hectáreas extinguidas en las últimas horas, que junto a las 344 apagadas entre el viernes y la madrugada del sábado suman 698,02 y, sin embargo, los incendios ya afectan a 4.019 hectáreas en el conjunto de Galicia.

Al margen de todos estos focos, continúan activos, estabilizados o controlados numerosos incendios en la comunidad, como los que empezaron este sábado por la tarde en Vilardevós (Ourense), en la parroquia de Osoño, donde arden cincuenta hectáreas; Friol (Lugo), en la parroquia de Xía, con veinte hectáreas afectadas, y O Sabiñao, en Ribas de Miño, donde se queman otras veinte.

Lugo y Ourense

En Ourense, la provincia más afectada, hay un incendio en Vilamartín, con cien hectáreas en la parroquia homónima, y tres en Vilariño de Conso, con cuatrocientas hectáreas quemadas en Chaguazoso; otras treinta en Sabuguido y cincuenta en Castiñeira.

En la provincia de Lugo un fuego controlado afecta a 150 hectáreas del consistorio lucense de Chantada, en Esmeriz, mientras que también quedó controlado anoche el incendio del municipio orensano de Paderne de Allariz, donde quema veinte hectáreas en Cantoña.