Cada año hay en Europa más de 25.000 nacimientos al año con menos de 26 semanas de gestación. Son los llamados bebés prematuros extremos. Tienen entre un 25% y un 75% de posibilidades de supervivencia, pero entre el 75% y el 95% sufren secuelas graves. Es un pronóstico que no ha mejorado en los últimos 20 años.

En un plazo aproximado de entre cuatro y seis años, Barcelona tendrá un proyecto único en Europa: una placenta artificial, que buscará que el bebé esté fuera del útero de la madre pero en un espacio que reproducirá sus condiciones vitales. Este prototipo de placenta artificial se está investigando también en Filadelfia, Australia y Japón.

"La placenta artificial será una bolsa traslúcida, en la cual el bebé estará dentro conectado con su cordón umbilical. Habrá que protegerlo de la luz, pero podremos verlo con ecografías. Nuestro acceso a él será infinitamente superior al de ahora en el interior de la madre. Lo podremos tocar con un brazo robótico y podríamos operarlo si fuera necesario", ha señalado este jueves el doctor Eduard Gratacós, director de BCNatal y líder de este proyecto.

Esta iniciativa, impulsada por la Fundació La Caixa, se llevará a cabo desde BCNatal, centro de referencia internacional en medicina fetal, y centro clínico y de investigación de los hospitales Sant Joan de Déu y Clínic de Barcelona.