Gritos en contra, huevos y pintadas por parte de unas 150 personas ha sido el recibimiento que el colectivo ultracristiano Hazte Oírha encontrado en su aterrizaje en Sevilla con el polémico bus con el que recorre España, en esta ocasión con un mensaje más descafeinado en contra de lo que consideran “adoctrinamiento sexual” con los menores transexuales y en el que se limitan a pedir "Respeto para todos, no al bullying". El autobús ha sido interceptado a la altura de lasede del Gobierno andaluz por los activistas, que han realizado una sentada para impedir su avance, lo que ha motivado la intervención de la Policía Nacional.

El portavoz de la organización, Ignacio Arsuaga, ya sabía que la movilización no era bien recibida en la ciudad. De hecho, a las 11 de la mañana se convocaba ante el ayuntamiento hispalense unaconcentración de repulsa en la que ha ondeado la bandera multicolor. El consistorio ya había aprobado días antes, con el apoyo de todos los grupos políticos, una declaración institucionalcontraria a la llegada del autobús, rechazando “mensajes que niegan la identidad de las personas transexuales, especialmente de los niños y niñas”, por lo que el alcalde, Juan Espadas (PSOE), instaba hoy a los ciudadanos a “no caer en la provocación” de Hazte Oír. Asimismo, subrayaba su intención de estar vigilante para que la acción “concreta de una asociación” se atuviera al “cumplimiento estricto de las normas”.

JUGANDO AL DESPISTE

Con este escenario, y los precedentes del recibimiento en otras ciudades, Hazte Oír trató de despistar ocultando hasta el último minuto el recorrido del bus. Convocó a la prensa en una gasolinera a las afueras, donde ya se ‘colaron’ algunos activistas del colectivo LGTB disfrazados que tras increparle al grito de “Me gustan las peras, me gustan las manzanas y en la cama me acuesto con quien me da la gana”, alertaron del destino final de la comitiva: el Palacio de San Telmo, sede de la Junta de Andalucía.

Al llegar allí, esperaban otras decenas de jóvenes activistas, muchos ellos procedentes de la cercana Universidad, que han impedido el avance del autobús coreando gritos como “ese bus sale de nuestros impuestos”, “Andalucía libre de transfobia” o a favor de la “libertad sexual”. Se han producido entonces los momentos de mayor tensión, ya que algunos de ellos han lanzado huevos y piedras contra el vehículo, han llegado a realizar alguna pintada e incluso alguno de ellos ha golpeado la luneta delantera con una cadena de bicicleta, causando varios impactos pero sin llegar a romperla. Los incidentes han provocado la aparición de la Unidad de Intervención de Policía Nacional (UIP), dado que además han empujado a uno de los dirigentes de Hazte Oír que pretendía entregar un escrito en la sede de la Presidencia autonómica.

El responsable de la organización ha explicado que han decidido cambiar el polémico lema del bus (“los niños tienen pene, las niñas tienen vulva”) por otro que reclama “Respeto para todos, no al bullying”. No obstante, se mantienen las siluetas de un niño y una niña y en los laterales del vehículo se encuentran varios enlaces a la web de Hazte Oír y se invita a pedir un libro gratuito», que defiende, en su opinión, “el derecho de los padres a educar a sus hijos y a firmar por la libertad de expresión frente a la dictadura de lo políticamente correcto” que se imparte en los centros educativos de diez comunidades, donde se “obliga” a aprender diversidad sexual dando entrada en las aulas a los colectivos LGTB.