La Fiscalía ha solicitado prisión permanente revisable para la madre y el abuelo materno de la recién nacida hallada muerta el pasado 16 de enero del 2018 en el vertedero de Alhendín (Granada) dentro de una bolsa de basura, después de que, supuestamente, la golpearan hasta acabar con su vida y la arrojaran a un contenedor.

En su escrito de acusación provisional, el fiscal les acusa de un delito de asesinato con alevosía, con la agravante de parentesco, por el que serán juzgados en próximas fechas por la fórmula del jurado popular. Se trata de la primera vez que se solicita la prisión permanente revisable en la provincia de Granada. La pequeña, que nació en la vivienda familiar, fue localizada dentro de una bolsa de basura, desnuda y con el cordón umbilical cortado. El informe preliminar de la autopsia determinó que nació «viva», «sana» y a su tiempo.

El fiscal sostiene que la madre, de 24 años de edad, y el abuelo materno, «en ejecución de un plan preconcebido y actuando de mutuo acuerdo, decidieron --con antelación-- deshacerse del nuevo bebé que venía en camino», motivo por el que intentaron ya desde un principio «ocultar por todos los medios el embarazo», no acudiendo a revisión o control médico alguno.

La bebé, fruto de una relación «tormentosa» con un joven con el que la madre tiene otra hija, nació entre el 14 y el 16 de enero del 2018 en la vivienda familiar donde residían los dos acusados junto a otros familiares en Talará, perteneciente a la localidad de Lecrín. Una vez que se verificó el alumbramiento de la pequeña, tras cortar el cordón umbilical con un objeto afilado, «la golpearon fuertemente con ánimo de acabar con su vida hasta ocasionarle la fractura del hueso occipital, así como una hemorragia en tiroides y riñones, lo que inevitablemente, y en situación de total indefensión del bebé, produjo su muerte».

A continuación, según el relato del fiscal, se deshicieron del cuerpo introduciéndolo en una bolsa de basura anudada y arrojada a algún contenedor, siendo localizada el 16 de enero en la citada planta de reciclaje por un operario.

Para «evitar sospechas del crimen atroz cometido», la acusada envió esa misma mañana por Facebook Messenger un mensaje a su pareja y padre biológico de la pequeña diciéndole que el día anterior se había caído en la ducha y, en consecuencia, había perdido al bebé, tal y como avanza el diario Ideal. Posteriormente, ante las sospechas del joven de que mentía, llegó a darle tres versiones distintas de lo ocurrido y el padre llegó al convencimiento de que había asesinado al bebé.

Según la autopsia, la causa fundamental de la muerte fue un traumatismo cráneoencefálico y la causa inmediata, un shock postraumático. El bebé presentaba diversas lesiones y fracturas, unas ocasionadas en vida, que le produjeron su muerte, y otras después de fallecer, como consecuencia del paso por distintos lugares hasta que fue encontrada en el vertedero. La Audiencia Provincial decretó el pasado julio la puesta en libertad provisional del abuelo materno tras solicitarlo su defensa, que ha venido pidiendo el sobreseimiento de la causa para su cliente alegando que no ha participado en los hechos y que no existe «ninguna prueba» que le vincule con su muerte, al margen de la declaración de su hija.