España está en vilo por la desaparición del pequeño Gabriel, el niño almeriense de 8 años que lleva cuatro días sin aparecer pese a los centenares de policías y voluntarios que no cejan en la búsqueda. La Guardia Civil detuvo el pasado miércoles a Diego F. A., un hombre de 40 años que acosaba a Patricia, la madre del niño, desde hace casi dos años y que había roto reiteradamente las órdenes de alejamiento. Los agentes lo mantienen bajo arresto apurando el plazo legal de las 72 horas en un intento de obtener pruebas, pistas o algún tipo de confesión que lo vincule a la desaparición. Sospechan que es él quien se lo llevó, pero no tienen ningún dato que lo corrobore.

La pulsera de seguimiento que se le colocó para vigilar si se acercaba a su víctima no registró ningún movimiento cerca de la zona de la desaparición el día de los hechos, pero los investigadores han detectado que la había manipulado. Su teléfono móvil tampoco se movió de su casa. El hombre esgrime, además, una coartada cuya veracidad los agentes están comprobando a fondo.Formalmente, el arresto es por la manipulación de la pulsera. Por eso, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, se curó en salud y advirtió: «No se puede determinar en este momento que esa detención tenga relación con la desaparición de Gabriel».

OBSESIÓN /Diego estaba obsesionado con Patricia y había vulnerado tantas veces la orden de alejamiento que dictó un juez en noviembre del 2016 que ella había repartido fotografías entre el vecindario y los bares por si lo veían merodear por la zona.

Un dato que ha sorprendido es que Ángel, el padre de Gabriel y exmarido de Patricia, desconocía la existencia del acosador. Pero al saberlo, él mismo le quitó importancia atribuyéndolo al interés de su expareja por no preocupar a la familia. Patricia y Ángel llevan separados desde poco después del nacimiento de Gabriel. Su relación es buena y ambos tienen otra pareja. El arrestado vive en una casa de su propiedad en la población almeriense de Antas, en el interior de la zona de Vera. La Guardia Civil ya practicó un registro de siete horas en esa vivienda sin resultados el día de la detención. La zona de búsqueda del menor se ha ampliado a los cortijos y construcciones abandonadas de esa población por si alguien lo hubiera encerrado en uno de ellos.

MOVILIZACIÓN SIN PRECEDENTES /Si Gabriel no aparece no será porque no se le haya buscado. La movilización de vecinos y fuerzas de seguridad no tiene precedentes. Solo ayer participaron 400 personas, entre bomberos, policías municipales, guardias civiles, miembros de protección civil y voluntarios. Ni uno solo de los vecinos de Las Hortichuelas Bajas (el minúsculo núcleo donde desapareció cuando hacía un breve trayecto que había realizado cientos de veces) y Altas, Las Negras o Rodalquilar, los pueblos cercanos, ha dejado de participar en las pesquisas. Incluso turistas holandeses y alemanes se han sumado al operativo.