Minutos después de que la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, anunciara en rueda de prensa la decisión del Consejo de Ministros de recuperar la sanidad universal dentro de seis semanas, el presidente Pedro Sánchez ha querido reforzar su posicionamiento con un mensaje en las redes sociales. Un mensaje en el que ha reivindicado la figura de Ernest Lluch, el exministro socialista asesinado por ETA en noviembre del año 2000 y que fue el gran impulsor del sistema sanitario público universal en España cuando estuvo al frente de Sanidad, del 3 de diciembre de 1982 al 25 de julio de 1986.

"Era cuestión de decencia y de justicia. Devolvemos a todas las personas el derecho a la sanidad universal. Nuestra sanidad pública volverá a ser la que un día soñó e impulsó Ernest Lluch", ha escrito literalmente Sánchez en su cuenta de Twitter.

Muy poco activos han estado en cambio los partidos de la oposición a la hora de reaccionar a la medida. Alguna mención a favor ha habido por parte de Podemos, en concreto en un tuit del secretario general del partido en Madrid y su portavoz en el Senado, Ramón Espinar. "Es una buena noticia. Muchas comunidades autónomas habían dado la vuelta a esta injusticia, que no ahorró ni un céntimo y puso en peligro la salud de muchas. Es muy bueno que se dote de garantías jurídicas y cobertura sanitaria a todas las personas", ha afirmado el dirigente morado en Twitter.

Los primeros espadas de los principales grupos parlamentarios han optado por guardar silencio ante una cuestión que no ha gustado nada en un extremo. Vox, por ejemplo, se ha apresurado a manifestar que el Gobierno "dará sanidad gratis a inmigrantes ilegales con el dinero de todos los españoles". Cuando derogó la sanidad universal, el PP lo justificó alegando que ello serviría para combatir el llamado turismo sanitario así como el 'efecto llamada' de la inmigración ilegal, además de abaratar gastos al Estado en plena crisis económica. Esta vez no se han alzado muchas voces desde las filas conservadoras.