Los pediatras reivindicaron ayer que se aumente la edad pediátrica hasta los 18 años y, para poder prestar una atención global a estos niños y adolescentes, han reclamado que se incremente el número de plazas de estos profesionales y que se considere un área de formación específica e independiente. Por ello, creen imprescindible que no se incluya en las troncalidades médicas y se incremente el periodo de formación MIR a cinco años, ya que estos pacientes requieren de una asistencia experta diferente a la de un adulto, según afirma la presidenta de la Asociación Española de Pediatría (AEP), María José Mellado.

En la misma manera, han exigido el reconocimiento de hasta 23 especialidades pediátricas como la endocrinología o la cardiología y que la edad pediátrica pase de los 14 a los 18 años para que estos expertos puedan seguir al niño desde su nacimiento hasta el final de su desarrollo. En este sentido, Mellado defendió el modelo pediátrico español que garantiza esa atención a cualquier nivel asistencial y que ha situado a nuestro país en un referente europeo en tasas de vacunación, que el año pasado alcanzó el 97%, o de supervivencia de niños prematuros nacidos a partir de la semana 26, que fue del 72%.

MALOS HÁBITOS / «Tenemos una infancia saludable y por eso pedimos que se aumente la edad pediátrica», subraya el vicepresidente de la AEP, Juan Ruiz-Canela, que ha reconocido que los principales «problemas» se encuentran en la adolescencia, el periodo más «crítico» en la adquisición de hábitos y costumbres saludables. Y es que ocho de cada 10 fumadores inician este hábito antes de la mayoría de edad; asimismo, los jóvenes comienzan a consumir alcohol a los 13 años, y el 75% de los que tienen entre 14 y 18 aseguran haber bebido alguna vez en su vida. Seis de cada 10 lo han hecho hasta emborracharse.