Fascinada desde siempre por el universo fílmico de François Truffaut, Paula Bonet (Vila-real, Castellón, 1980), una de las ilustradoras españolas más solicitadas, acaba de publicar "813", su personal homenaje al director, crítico y guionista francés.

El libro, que combina texto y dibujo, es una invitación para profanos que se acercan por primera vez al autor de "Los 400 golpes", pero también ofrece detalles y guiños para sus admiradores, empezando por el mismo título.

"A Truffaut le gustaba muchísimo Maurice Leblanc. '813' es una novela suya a la que hacía homenajes constantes en sus películas. El número podía aparecer en una matrícula, en una puerta de habitación de hotel, incluso hay un personaje que dice que estuvo 813 noches encerrado en una habitación", explica a Efe Bonet.

El uso del triángulo como excusa estructural es otro guiño. El libro tiene una introducción dedicada a la vida de Truffaut y una segunda parte sobre su obra, pero cada una de ellas contiene varios triángulos.

El primero es "metafórico" y se refiere a la relación entre Truffaut, el actor Jean Pierre Léaud y el personaje que interpretó en varias de sus películas, Antoine Doinel, cuenta Bonet.

El segundo incluye tres películas con estructura triangular: "Jules et Jim" (1962), la historia de una relación amorosa a tres bandas basada en el relato de Henri-Pierre Roché, "La piel suave" (1964), y "La mujer de al lado" (1981).

"Elegí 'La piel suave' porque es la antítesis de 'Jules et Jim', un guión hecho en dos meses, por él mismo y rodado rápido. Si 'Jules et Jim' fue un éxito de crítica y público, "La piel suave", fue un fracaso absoluto", señala la autora.

En cuanto a "La mujer de al lado", es "el ejemplo de cómo en su vida ficción y realidad se fundían; literatura, cine y vida real eran para él un caos". Y ahí es donde Bonet se siente más identificada.

"Gracias al trabajo de Truffaut me he atrevido a usar la autobiografía como excusa para la creación. En principio tenía bastantes reparos, pero después, cuando trabajas contigo mismo, no sólo aprendes de ti mismo, sino que también ayudas a otra gente que se identifica con tu manera de sentir y de ver el mundo".

Escribir e ilustrar "813" le ha llevado a Bonet un año de investigación. "He revisado sus películas, he viajado a París buscando localizaciones, he leído sus textos y libros sobre él. Ha sido una experiencia alucinante, muy enriquecedora", cuenta.

Licenciada en Bellas Artes, el terreno donde Bonet se siente más cómoda es el dibujo. Ha ilustrado libros infantiles, como "La pequeña Amelia se hace mayor", carteles para conciertos (Vetusta Morla, Black Keys) o películas ("Five days to dance").

Su primer proyecto más personal fue "Qué hacer cuando en la pantalla aparece The End" (2014), que va ya por la cuarta edición, y donde se atrevió a combinar pequeñas narraciones con sus dibujos.

"Para mi la parte visual es más fácil, con el texto el reto es más grande. Tengo una relación de admiración especial con la literatura, es el arte que más placer me ha dado nunca", dice.