Son un producto típico en los bares gallegos, en los que es fácil ver sus bolsitas colgando de los expositres, pero también provocan adicción entre los coreanos, que prefieren comprarlas en su formato de lata y consumirlas mojándolas en salsas. Y es que casi el 10% de la producción de las patatas fritas Bonilla a la vista, que la firma fabricante produce enArteixo (A Coruña), se exporta al país asiático.

Y ahora, estos aperitivos se han colado en la película surcoreana Parásitos, un detallo que para muchos habrá pasado desapercibido, aunque no para algún espectador avispado. Y tampoco para sus fabricantes, que se congratulan de ello. No olvidemos que Parásitos no se trata de una película asiática con poco recorrido internacional, ya que el filme del prestigioso realizador Bong Joon-ho, que ya fue premiada en Cannes con la Palma de Oro al mejor largometraje y recibido el premio a la mejor película extranjera por parte del Círculo de Críticos de Nueva York, está nominada a seis Oscar, entre ellos el de mejor película, director y película extranjera.

En una de las escenas, dos de los personajes protagonistas, el padre y su hijo, están sentados a la mesa de la casa okupada. En el suelo, al lado del joven, se puede apreciar la lata de las patatas Bonilla a la vista, que a los surcoreanos, como a los gallegos, les resulta muy familiar.