El papa Francisco recibió ayer a peluqueros de las diferentes agrupaciones de Italia y les indicó que eviten caer en la tentación de «chismorrear» que es, añadió, algo que suele suceder en su contexto laboral.

«Ejercer vuestra profesión con estilo cristiano, tratando a los clientes con amabilidad y cortesía y ofreciéndoles siempre una buena palabra y ánimos, evitando ceder a la tentación del chismorreo que fácilmente sucede también en vuestro contexto laboral. Todos lo sabemos», remarcó Francisco, quien pidió a los miembros de estas asociaciones que en su trabajo actúen siempre con rectitud y contribuyan al bien común de la sociedad.

El papa Pablo VI proclamó patrón de los peluqueros en 1966 al peruano Martín de Porres, que en su juventud fue aprendiz de un barbero-cirujano, como recordó Francisco, quien siempre ha clamado contra los chismes y cotilleos en sus discursos e incluso llegó a decir que «los chismosos y chismosas son terroristas», en referencia a la vida cristiana. «Los chismosos y las chismosas son gente que mata a los demás, porque la lengua mata, es como un cuchillo. Tened cuidado, el chismoso y la chismosa es un terrorista, tira la bomba a los demás y se va tranquilo», aseguró el pontífice durante una audiencia general.