El papa Francisco ha aceptado la dimisión del cardenal Donald Wuerl como arzobispo de Washington DC, ha informado el Vaticano este viernes.

Wuerl, de 77 años y considerado uno de los líderes católicos más poderosos, fue obispo de Pittsburgh entre 1988 y el 2006, está bajo investigación por presuntamente haber encubierto casos de abuso sexual durante ese periodo.

Las mismas fuentes apuntan que Wuerl mantiene el título de cardenal.

El cardenal había explicado en una carta a los sacerdotes de la archidiócesis de Washington ese mismo mes su decisión de pedir la renuncia al papa de nuevo, pues ya la había presentado en una primera ocasión hace tres años por motivos de edad.

El nombre de Wuerl había aparecido en decenas de ocasiones en un informe de 884 páginas que destapó los abusos cometidos por más de 300 curas contra más de un millar de niños en Pensilvania.

Carta del Papa

En la página web del arzobispado de Washington se publica la carta del pontífice en la que acepta su renuncia y en la que le agradece su petición para, de esta manera, "dejar claro la intención de poner el proyecto de Dios por delante, incluso de cualquier proyecto personal".

"Usted tiene elementos suficientes para justificar sus acciones y distinguir entre lo que significa encubrir crímenes o no ocuparse de problemas o cometer algunos errores", le dice Francisco al cardenal en su carta.

El Papa también alaba la "nobleza" de Wuerl, que "lo ha llevado a no elegir esa defensa" y añade: "De esto, estoy orgulloso y gracias".

Wuerl se ha defendido siempre de esas acusaciones al asegurar que en cuanto supo de las denuncias se involucró de lleno.

Francisco también pide al cardenal de 77 años de edad que permanezca como administrador de la archidiócesis hasta el nombramiento de su sucesor.

Por su parte, Wuerl se muestra "profundamente agradecido" y "profundamente conmovido por sus amables palabras de comprensión" en referencia a la carta del Papa tras aceptar la renuncia.

"La decisión del Santo Padre de proporcionar un nuevo liderazgo a la Archidiócesis puede permitir que todos los fieles, clérigos, religiosos y laicos, se centren en la sanación y el futuro. Permite a esta Iglesia local avanzar. Una vez más, por cualquier error de juicio pasado, me disculpo y pido perdón. Mi renuncia es una forma de expresar mi gran y perdurable amor por ustedes, la gente de la Iglesia de Washington", escribe el purpurado.

En septiembre, el Papa aceptó la renuncia del obispo estadounidense Michael J. Bransfield, quien en el pasado fue acusado de abusos sexuales a menores en la diócesis de Filadelfia.