Pacientes, entidades y profesionales vinculados al Alzheimer han presentado este jueves, en una jornada en el Congreso en la que han participado expertos del ámbito jurídico y bioético, un posicionamiento conjunto en el que solicitan que enfermos de Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas puedan acogerse a la futura ley de eutanasia.

El proyecto legal, que fue admitido a trámite la semana pasada, establece que la eutanasia o el suicidio asistido podrá aplicarse a personas con una enfermedad grave e incurable, "crónica e invalidante, que tengan un sufrimiento intolerable. Por todo ello, consideran que estos enfermos cumplen con los criterios que establece la ley. Si bien, como la eutanasia tiene que solicitarla el enfermo y los pacientes con demencias avanzadas no son capaces, a entidades como Derecho a Morir Dignamente, la Fundación Pascual Maragall o la Asociación de Familiares de Alzheimer de Barcelona les preocupa que una problemática tan compleja quede inequívocamente recogida en el texto.

Por todo ello, según explica Isabel Alonso, de Dret a Morir Dignament, estarán muy atentos al desarrollo de la norma en el Congreso y a las posibles enmiendas que se introduzcan, después de que en Holanda, país referente en la eutanasia, se haya judicializado que se aplicara la ayuda a morir a una mujer que lo había solicitado por escrito antes de perder las capacidades mentales, pero que dio muestras contradictorias cuando se fue aplicar la sedación.

TESTAMENTO VITAL

Y es que la ley propuesta solo contempla que la ayuda a morir se aplique en personas con Alzheimer o demencias si antes han manifestado su voluntad, a través de un documento de instrucciones previas o equivalente. Pero en casos de incapacidad de hecho, como sucede en fases moderadamente avanzadas o avanzadas de demencia, debe garantizarse el respeto absoluto a lo que la persona haya dejado por escrito, señala Alejandro Vilá, presidente de AfAB. Las entidades participantes reclaman además que el Gobierno mejore el conocimiento que la ciudadanía tiene respecto a los testamentos viltales, con la puesta en marcha de campañas institucionales.

En las jornadas ha participado Santiago Marimón, que fue diagnosticado de Alzheimer hace cuatro años, con 70 años. Él ha realizado un testamento vital en el que deja claro que el día que no reconozca a su esposa o a sus hijos no quiere seguir viviendo. Si no reconozco a mis hijos, no soy persona, hasta los animales reconocen a sus hijos, sostuvo este jueves antes de participar en el acto. Él confía en que la ley esté en vigor cuando llegue este momento.

El encuentro ha sido inaugurado por el ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien señaló que el Ejecutivo tomará nota de las reflexiones de las entidades y procurará que se mantenga un equilibrio entre los derechos y las garantías en la nueva norma.