El director de la oenegé Proactiva Open Arms, Òscar Camps, ha denunciado este viernes la muerte de al menos 250 personas en el Mediterráneo durante los cien días que el buque de la organización estuvo bloqueado en el puerto de Barcelona.

Así lo ha expresado el activista catalán este viernes en el Desayuno "Vidas a la deriva y acción de Open Arms", que ha organizado la Barcelona School Management (BSM) de la Universitat Pompeu Fabra (UPF).

El Open Arms zarpó el 23 de abril del puerto de Barcelona, donde llevaba bloqueado por Capitanía Marítima más de cien días, para llevar ayuda humanitaria a los puertos griegos de Samos, Lesbos y Tesalónica, pero no para participar en tareas de rescate de inmigrantes en el Mediterráneo central.

DESEMBARCO MEDIÁTICO

"El Gobierno nos ha bloqueado porque hemos desembarcado a 400 personas en un año en España, mientras que cada día entran 600 o 700 migrantes por el sur", se ha quejado Camps, que ha opinado que el desembarco del Open Arms es "mediático", mientras que "se silencian los rescates y llegadas diarias en la frontera sur de España". El fundador de la oenegé ha denunciado que el Open Arms ha sido "difamado, secuestrado, perseguido judicialmente y bloqueado, ya, en tres países diferentes europeos".

En cuanto a la situación de Grecia, Camps ha explicado que Samos -la primera ciudad a la que se dirigieron tras el desbloqueo, de la que las autoridades les "invitaron" a marcharse- tiene un campo de refugiados "pensado para 570 personas, pero en el que hay 4.000", "la mayoría con derecho a asilo" y "con un solo médico".

Camps ha manifestado que "los políticos que están tomando decisiones sobre inmigración y seguridad deberán asumir responsabilidades de forma individual en un Tribunal, sin estar amparados bajo las siglas de la UE".

El activista ha recordado que "la UE está vulnerando convenciones internacionales, como la que se refiere al estatus de refugiado, a los derechos de los migrantes o a la búsqueda y salvamiento marítimo".

"Lo que me da más impotencia no es ver morir, es ver a la sociedad anestesiada y que los políticos se escondan tras unas siglas y desplieguen toda su maquinaria administrativa para tapar la vulneración de los convenios universales", ha concluido Camps.