El expresidente de Costa Rica y nobel de la Paz Óscar Arias acudió este miércoles a la Fiscalía para declarar acerca de las dos demandas por delitos sexuales que han sido presentadas en su contra. Arias, de 78 años, dijo a los periodistas que por orden de sus abogados no dará declaraciones sobre los casos denunciados ante la Fiscalía.

El exmandatario se presentó a declarar sobre las dos demandas por delitos sexuales presentadas en su contra la semana pasada por dos mujeres. La primera fue presentada por la médica y activista por el desarme nuclear Alexandra Arce von Herold, quien denunció al expresidente el 4 de febrero por una presunta violación sexual ocurrida en 2014 en la casa del político cuando ella buscaba apoyo para la causa contra las armas nucleares. Arce afirma que en su denuncia no presenta reclamo económico alguno.

La segunda demanda judicial fue interpuesta el 7 de febrero por Yasmín Morales, quien fuera Miss Costa Rica en 1994 y que acusa a Arias de abusos sexuales durante una visita que ella hizo a la casa del político, quien la invitó para regalarle un libro. Morales también acudió a la Fiscalía este miércoles para ampliar su declaración sobre el caso.

OTRAS DENUNCIAS PÚBLICAS / La Fiscalía informó de que este caso se mantiene en la etapa de investigación. Aparte de estas dos demandas judiciales, Arias está envuelto en una serie de denuncias públicas por abusos sexuales y hostigamiento contra al menos otras cinco mujeres que han expuesto sus casos en redes sociales y medios de comunicación. Se trata de las periodistas Nono Antillón, Mónica Morales, Emma Daly, la editora de un libro de Arias, Marta Araya y la politóloga estadounidense Carina A. Black.

El caso de Arias ha provocado en Costa Rica un incremento en los movimientos de denuncia en redes sociales #Metoo y #Yotecreo y se considera como el de más alto perfil en América Latina hasta el momento.

El Premio Nobel obtenido por Arias en 1987 por ser el artífice del Plan de Paz de Centroamérica es el mayor reconocimiento internacional recibido por un político de Costa Rica, galardón que le catapultó como una voz autorizada a nivel mundial para hablar de democracia, paz, conciliación y desarme. El político se apartó el jueves de cualquier actividad del Partido Liberación Nacional, en el que ha militado por más de medio siglo.