El barco Open Arms continuaba ayer en el mar Mediterráneo con 87 inmigrantes rescatados a bordo a la espera que se le asignase un puerto seguro para poder desembarcar. La oenegé confirmó que estaba siguiendo los protocolos y que ha contactado ya con el Gobierno español para solicitar una autorización que les permita atracar en algún puerto del país.

«Tercer día a bordo y temperaturas extremas en cubierta. El miedo a ser devueltos de nuevo a Libia se calma. Nos confían sus terribles historias, muchos procedentes del infierno de Darfur y (fueron) abusados repetidamente en Libia. Todavía sin puerto de destino», escribió Proactiva en la red social de Twitter. Las mismas fuentes explicaron que aguardaban a que llegase previsiblemente anoche, para relevarlos, el barco Aquarius operado conjuntamente por SOS Méditerranée y Médicos Sin Fronteras.