Los obispos australianos «están de acuerdo en que todos deben ser iguales ante la ley» y apuntan que «respetan el sistema legal», según aseguró ayer el presidente de la Conferencia Episcopal australiana, Mark Coleridge, al comentar la condena del cardenal George Pell por abuso sexual de menores. El arzobispo de Brisbane compareció ayer ante la prensa en Roma, a donde acudió estos días para participar en la reunión sobre protección de menores que convocó el Papa y que concluyó el domingo. «La noticia de la condena del cardenal George Pell por abuso sexual a menores ha impactado a muchos en toda Australia y en todo el mundo, incluidos los obispos católicos de Australia», leyó de un comunicado. Ahora, «el mismo sistema legal que emitió el veredicto tendrá que considerar la apelación que ha presentado el equipo legal del cardenal». Coleridge deseó que «a través de este proceso se haga justicia» y añadió que «nos comprometemos a hacer todo lo posible para garantizar que la Iglesia sea un lugar seguro para todos, especialmente para los jóvenes y los vulnerables».